La gran mayoría de los colombianos no están familiarizados con el significado del término espectro, sin embargo y a pesar de ello, el espectro está hoy más que nunca en sus vidas de forma casi permanente. Para la industria de telecomunicaciones podríamos decir que el espectro son las arterias, las avenidas por donde transitan nuestras comunicaciones: radio, televisión, telefonía móvil e internet móvil.
En los próximos días el país tendrá un proceso histórico de subasta de espectro electromagnético, que permitirá a los operadores prestar mejores servicios de telecomunicaciones pero, sobre todo, lograr una mayor velocidad para facilitar la transmisión de datos.
Esta es tal vez una de las subastas más importantes desde que se inició el proceso de adjudicación de frecuencias para telefonía móvil a principios de los años 90.
Conscientes de la necesidad de otorgar mayor espacio en el espectro, y atendiendo las solicitudes de los operadores con el fin de que estos puedan prestar un servicio con mayor calidad y expandir la tecnología 4G (Cuarta Generación), el Gobierno Nacional decidió ampliar los límites de acceso al espectro, que en Colombia son de los más bajos de América Latina en relación con la proporción de usuarios existentes.
Como uno de los países con mayor avance en materia de infraestructura de telecomunicaciones, Colombia estaba en mora de dar el salto a la cuarta generación.
¿Pero qué significa para el usuario esta subasta? Significa claramente la posibilidad de contar con redes de tecnología avanzada, ideales para la transmisión de datos.
Significa mayor velocidad en el servicio de Internet móvil. Significa mayor acceso a través de cualquier dispositivo a cualquier información que viaje por la red. Significa mayor calidad para la transmisión de datos.
Sin duda alguna, más allá de los grandes beneficios de la velocidad de redes y la transmisión de datos, lo que permitirá la red de 4G es que los colombianos, tal y como sucedió con la telefonía móvil en los últimos 10 años, puedan acceder al servicio de Internet con el valor agregado de la alta calidad, de forma fácil y práctica, logrando expandir el servicio y reduciendo la brecha digital.
Diversos estudios señalan la relación directa y clara que existe entre el acceso a las TIC y especialmente el Internet, y el desarrollo económico y social de un país.
En este sentido se plantean dos frentes. El primero tiene que ver con la industria como tal y su impacto en la economía. En Colombia, por ejemplo, comprende más de 4.300 empresas, y unos 150.000 mil empleos directos según el Ministerio TIC, y un aporte al PIB de 6,3%. El segundo no menos importante, tiene que ver con aquello que dejan las TIC a cada uno de los usuarios, es decir su aporte al desarrollo social: mejora de procesos educativos, servicios de salud, negocios, etc.
El futuro de las telecomunicaciones está enfocado hoy a los servicios de datos y acceso a internet en las inmensas posibilidades que ofrecen a los usuarios y que contribuirán en el desarrollo social y económico del país en el corto y mediano plazo.
Esta subasta de espectro se convierte entonces en una gran oportunidad para los operadores, el Gobierno y los usuarios. Es importante que el proceso tenga las condiciones que capitalicen las inversiones ya realizadas en el país y que promueva nuevas, con el fin de implementar estas tecnologías de forma rápida y al alcance de todos los colombianos, para beneficiar a los usuarios con servicios de comunicación avanzados, eficientes y de óptima calidad.