Empleos por impuestos: alternativa para la reactivación social
Con motivo de impulsar la reactivación social y económica que se demanda para superar los efectos de la pandemia, se han escuchado diversas propuestas, que van desde la generación de empleos de emergencia, hasta el ajuste estructural del modelo económico.
Algo en lo que podríamos coincidir a este respecto, es en reconocer la prioridad que tiene este tema para el país. Las discusiones de la política, los debates en el Congreso y la agenda del Gobierno debe centrarse en la deliberación sobre fórmulas que permitan acelerar la generación y el retorno al empleo, la formalización laboral, la extensión de la seguridad social, la protección de la empresa y la promoción de los derechos de los trabajadores.
Frente a tantas discusiones por procesos judiciales y mociones de censura, llama la atención que pasan los días sin que se aborden soluciones más estructurales a la problemática social y económica, agudizada por el Covid-19, las que por demás deberán ser ampliamente analizadas, debatidas y construidas no en forma improvisada, sino mediante la más amplia concertación posible.
El desempleo en mujeres del 20% y el juvenil en el 27%, la informalidad que se acerca al 60% y el incremento en los niveles de pobreza, lo mismo que el cierre masivo de establecimientos de comercio y de medianas y pequeñas empresas, son los temas que la agenda pública reclama.
Sobre ellos nos tenemos que poner de acuerdo, más allá de las diferencias entre grupos políticos y económicos, pues de su superación dependerá que podamos seguir ventilando aquellas diferencias en democracia. Una sociedad que decrece en sus indicadores y que baja su expectativa de riqueza, es proclive a los embelecos populistas y totalitarios, de cualquier extremo ideológico.
Más que empleo de emergencia, lo que se espera es que se activen las inversiones públicas y privadas y que los proyectos de orden nacional y territorial que están planeados se ejecuten rápidamente, sin corrupción y con eficacia. El reto, antes que inventar nuevas obras u ordenar a lo keynesiano abrir y cubrir zanjas, es ejecutar con ambición lo que se necesita en la infraestructura y en los servicios públicos. En los próximos años, el principal indicador de la gestión pública debe ser ejecutar lo planificado.
Y, por otro lado, antes que agudizar la polarización con la discusión sobre el modelo económico imperante, procede activar una mayor presencia del Estado impulsando sectores de interés para la generación de empleo e ingresos. Esto a través de ejercicios prácticos como el fortalecimiento de redes públicas de comercialización que coloquen productos primarios en las ciudades, estimulando el desarrollo de mercados sociales y de la red de comercializadores a menor escala. Acciones como la proyectada agencia de comercialización de Cundinamarca, muestran que se puede avanzar prontamente en soluciones prácticas y menos ideológicas.
Fortalecer el servicio público de empleo, modernizarlo, universalizarlo y promover la acción de agencias de empleo territoriales, se aprecian como objetivos esenciales. Tanto como emprender el camino de la formalización del sector público, para superar en un término razonable la problemática de las OPS y la indignante contratación por servicios.
De otro lado, y más allá de la ampliación de subsidios para personas y sobre la nómina de empresas, resulta oportuno colocar la mirada en alternativas que permitan descontar o reducir obligaciones tributarias para quienes decidan reactivar o abrir plazas laborales.
Empleos por impuestos, como fórmula que dinamice y estimule la empresa y reconozca los esfuerzos de los contratantes por contribuir a la reactivación del mercado laboral. Pero que así mismo asimile las condiciones de cada sector y alivie la carga tributaria de los empleadores, de tal suerte que sea el sector privado, en condiciones de mercado, el que asuma con el apoyo del Estado, la generación del empleo necesario para ampliar la producción.
Medidas temporales tales, tanto como las que se adoptaron en Bogotá respecto a disminuciones en el impuesto predial y de industria y comercio, muestran que con creatividad es posible identificar caminos complementarios y de alto impacto para la promoción social.
Premiar el esfuerzo empresarial, beneficiar la ampliación del trabajo digno y privilegiar esfuerzos pro empleo frente a prestaciones meramente asistenciales, contribuirá a la reactivación productiva y psicológica, para acelerar la recuperación del tiempo perdido por la pandemia y también para recortar las desigualdades e inequidades estructurales del país.