Analistas 18/02/2020

¿A qué le llamas casa?

Juan Isaza
Estratega de comunicación

A medida que el mundo de afuera se hace más caótico, más congestionado y más peligroso, los ciudadanos están pasando más tiempo en sus casas y creando lo que algunos han llamado “las casas caparazón”. El fenómeno se siente sobre todo en Norteamérica y algunos países de Europa donde los millennials, por ejemplo, se caracterizan por encontrar más entretenimiento dentro de la casa que afuera, con el impacto que esto genera para muchos negocios. Un estudio de Mintel revelaba hace poco que 28% de las personas de 24 a 31 años prefieren enfiestarse en casa porque dicen que salir afuera representa “un gran esfuerzo”.

Hace poco veía un dato que me pareció bastante curioso. Hablaba de las dos acciones que más crecieron en Estados Unidos durante la década que termina: Netflix (3.700%) y Domino’s Pizza (más de un 2.000%). Parece que ninguna compañía tecnológica logró superar en crecimiento a la acción del famoso restaurante que, según los analistas, tuvo este gran desempeño por la inversión que hizo para mejorar la logística en las entregas a domicilio. Netflix y Domino’s tienen una cosa en común: Son las dos marcas que mejor representan el hecho de quedarse en casa.

Pero, además, la casa comienza a tener nuevos usos. Con el crecimiento de los videojuegos, cada vez es más la gente que prefiere quedarse y disfrutar, socializando de manera virtual. En el aspecto del trabajo, la casa ha ganado territorio y comienza a consolidarse como un espacio tan productivo como la oficina. Según el portal de tendencias Statista, en siete años, 50% de los trabajadores norteamericanos serán ‘freelancers’.

Es decir, la imagen tradicional de la empresa como el lugar donde la gente desarrolla su vida profesional comienza a ser reemplazada por espacios mucho más flexibles, y la casa será uno de ellos. Hoy se habla de los espacios de ‘co-living’, que irrumpen en el mundo inmobiliario en muchas ciudades. ‘Co-living’ no es otra cosa que la posibilidad de compartir un apartamento con otras personas, teniendo espacios para trabajar o reunirse.

Algunas marcas han entendido bien que la casa comienza a tener un papel mucho más importante y están desarrollando proyectos innovadores para que sus productos puedan consumirse como parte de rituales que implican no tener que salir a la calle. Hay ideas de productos que el mismo consumidor puede cultivar, preparar, fabricar o solicitar sin tener que salir. El uso de aplicaciones para pedidos a domicilio está creciendo en todas las ciudades del mundo y los grandes jugadores del ‘fast-food’ están viendo que el crecimiento de sus ventas viene de los domicilios.

El hecho de que las personas quieran pasar más tiempo en la casa, y que su vida se desarrolle dentro de sus ‘caparazones’ impacta muchas industrias. Desde el mercado inmobiliario, el transporte, la moda, los espacios comerciales o la decoración. Es un gran cambio, que como siempre, representa grandes oportunidades. Pero llegar a los hogares no es fácil. Entrar tampoco lo es. Solo aquellas marcas que lleguen generando un valor y haciendo que la estancia en la casa sea más atractiva, interesante y productiva, encontrarán las puertas abiertas.

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