Tribuna Universitaria

Democracias en decadencia

Juan Manuel Nieves R.

La democracia liberal, un sistema político que ha sido el pilar de muchas naciones durante décadas, enfrenta una crisis profunda en el mundo moderno. Los fundamentos sobre los cuales se construyó este modelo -la participación ciudadana informada, el respeto por los derechos individuales y el Estado de derecho- están siendo erosionados por una combinación de populismo, desinformación y desencanto generalizado con las instituciones democráticas.

Esta crisis no solo afecta la calidad de la gobernanza, sino que también pone en peligro el pacto social, el acuerdo implícito por el cual los ciudadanos ceden ciertos derechos en favor de un Estado que promete proteger y garantizar otros.

El auge del populismo es uno de los síntomas más evidentes

El auge del populismo es uno de los síntomas más evidentes de esta crisis. En diversos países, los ciudadanos han optado por líderes que promueven políticas simplistas y soluciones autoritarias, a menudo a expensas de las instituciones democráticas. Ejemplos incluyen a Viktor Orbán en Hungría, Recep Tayyip Erdoğan en Turquía y Rodrigo Duterte en Filipinas. Estos líderes han logrado captar el apoyo popular explotando miedos y resentimientos, prometiendo mano dura contra los enemigos percibidos, ya sean inmigrantes, criminales o élites corruptas.

Estos ejemplos reflejan un patrón común: el debilitamiento del pacto social. La promesa fundamental de la democracia liberal es que, a cambio de ceder ciertos derechos y cumplir con ciertas obligaciones, el Estado garantizará protección, justicia y oportunidades para todos. Sin embargo, cuando los ciudadanos perciben que este contrato no se cumple -ya sea por corrupción, desigualdad o ineficacia del gobierno- buscan alternativas que les prometan resultados rápidos, aunque impliquen sacrificar libertades y derechos fundamentales.

La desinformación juega un papel crucial en este proceso. La proliferación de noticias falsas y la manipulación de la información han exacerbado la polarización política, haciendo que la verdad objetiva se vuelva cada vez más difícil de discernir. Plataformas como Facebook y Twitter, aunque han democratizado el acceso a la información, también han facilitado la difusión de propaganda y teorías conspirativas. Esto, combinado con una falta de esfuerzo por parte de muchos ciudadanos para informarse, crea un caldo de cultivo ideal para el auge del populismo y el autoritarismo.

Frente a esta crisis, es necesario repensar y reformular el sistema democrático para restaurar la confianza en las instituciones y fortalecer el pacto social. Una posible solución podría ser la implementación de un sistema de elección mixta, que combine diferentes formas de representación para elegir a los líderes nacionales.

La crisis de la democracia liberal y del pacto social es un desafío

Este sistema podría estructurarse de la siguiente manera: 50% de los votos provendría del sufragio popular directo, 40% sería decidido por representantes de diversos gremios y sectores de la sociedad (como sindicatos, asociaciones profesionales y organizaciones de la sociedad civil), y 10% restante estaría en manos de un consejo de expresidentes, quienes, por su experiencia y conocimiento del estado, podrían ofrecer una perspectiva más informada y equilibrada. Otra opción es una representación parlamentaria en donde es más fácil cambiar un ejecutivo inepto.

La crisis de la democracia liberal y del pacto social es un desafío complejo que requiere soluciones. Es tiempo que las facultades de ciencia política y las escuelas de gobierno generen nuevas propuestas de representación; de lo contrario, la democracia va a entrar en una era de desuso.

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