La lucha por la libertad
El pasado primero de mayo miles de personas, sobre todo jóvenes, salieron a las calles de Colombia a protestar por la pobreza, desigualdad y falta de oportunidades. Como es tradicional, algunos de ellos ensuciaron las calles, pintaron paredes y destruyeron lo que pudieron. Pero en conclusión la palabra que más se oyó fue: libertad.
Para todo aquel que piense en que todo pasado fue mejor, hay que recordarle lo dura que era la situación para los más pobres hace tan solo 30 años. Los campesinos pasaban duras jornadas sin luz, baños y con el agua que alcanzaban a recoger; hoy los servicios llegan a casi toda zona rural; además el analfabetismo ronda 6%, la mortalidad infantil desde entonces ha caído y servicios que para entonces eran un lujo como el televisor y hasta el celular, hoy están a la mano de todos.
Resulta curioso por tanto que los jóvenes y las centrales obreras marchen una y otra vez reclamando libertad, pero cuando el gobierno toma una medida liberal salen inmediatamente a las calles. Pareciera que para muchos resultaran románticas las hambrunas de Corea del Norte, las expropiaciones de la extinta Unión Soviética, los fusilamientos del Che Guevara o la privación del individuo en Cuba. Pues en cada manifestación de ellas aparece alguno de los símbolos de estos horribles regímenes.
La verdadera libertad política y económica es la que ha llevado a tener un mundo con menos pobres, más educado y próspero. Y no es solo en Colombia; 50% de las mujeres en Estados Unidos en 1971 terminaba la primaria, hoy son 90%; en el Siglo XVIII el Rey Jorge IV de Inglaterra tenía en su mesa una variedad de platos exquisitos y un carruaje siempre disponible a donde quisiera ir; hoy, una persona en cualquier ciudad tiene a su disposición en los países libres, una variedad de alimentos superior a la del Rey y tal vez más frescos; además, gracias a la tecnología, tiene un Uber o un taxi que lo lleva más lejos y mejor que al rey, todo esto gracias a las verdaderas ideas de libertad que permiten a un emprendedor crear empresa y empleos y a un ciudadano marchar y votar por cualquiera.
La correlación entre libertad económica y prosperidad es innegable; los países que en este momento tienen sus economías y gobiernos con los índices de mayor libertad, resultan ser al tiempo los más ricos, tales como: Singapur, Suiza, Irlanda y Estados Unidos. Pero ¿qué es tener una economía libre? Es permitir la libre competencia, tener una mínima regulación en la economía, bajos impuestos, el libre acceso de importación y exportación de productos, sistema legal y de derechos fuertes y un gobierno pequeño, que no le permita ser derrochador.
No es magia; ha sido el aprendizaje de años de guerra y pobreza; sin embargo, gracias a lo anterior el mundo ha cambiado y trata de vivir mejor. No obstante, preocupan las marchas, sobre todo en la juventud que, a cambio de sueños románticos, decide abandonar el camino de la prosperidad.