Tribuna Universitaria 01/03/2018

La política sí importa

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política

Dentro de dos semanas serán las elecciones y como usualmente pasa en Colombia, la abstención estará alrededor de 50%. Los argumentos para no salir a votar son variados, algunos dicen que no vale la pena y un voto no hace la diferencia, otros no creen en la democracia y a la mayoría les da pereza salir. Porque en este mundo de tantos cambios, vivimos uno en el cual a las personas no les interesa la política y, sobre todo, no les gusta; básicamente porque hay, en este momento, mejores formas en las cuales gastar su tiempo, de manera más entretenida, como viendo un programa de televisión. El problema con esto es que todos los que no salen a votar no son conscientes de algo: en este mundo la política sí importa.

David Ruciman, profesor de la Universidad de Cambridge, en su libro Política, comprara a Dinamarca con Siria; señala que la primera es próspera, civilizada y tiene sus servicios básicos solucionados mientras que Siria tiene más de 500.000 muertos por una guerra civil y carece de todos los servicios. A primera vista parecen incomparables, y la culpa puede fácilmente recaer en los recursos económicos. Sin embargo, es de notar que Dinamarca no posee algún recurso natural importante y en cambio Siria tiene bastantes; por tanto, la prosperidad no es sobre cuánto poseen, sino cómo han sido gobernados.

Dinamarca no siempre fue así, pasó por diversas luchas intestinas, de religión y gobierno no muy distintas de las de Siria hoy. La prosperidad económica de la que goza fue gracias a buenas decisiones políticas y con ella la creación de instituciones fuertes que funcionan; no fue magia, no su ubicación estratégica; fue la creación de una república que cumple sus deberes.

Un país por lo tanto puede salir del precipicio y paulatinamente convertirse en un lugar mejor para vivir; de la misma manera, puede saltar de ser una potencia a ser un lugar inviable, donde incluso la vida, no vale nada. Basta ver a Cuba y Costa Rica, la primera sumida en la peor miseria y militarizada por doquier, la segunda ni ejército tiene, y su pobreza extrema está por debajo de 6%. Ambas comparten similares condiciones, pero las diferencia radicalmente el tipo de gobierno. Por ello la política sí importa, y ella precede a las instituciones; elegir equivocadamente puede llevar a un país a parecerse a una Corea del Norte.

Colombia tiene retos importantes en materia económica y de orden civil; saber elegir a quien nos representa será fundamental en la tarea de construir un mejor futuro; muchos critican la comparación de nuestro país con la posibilidad de terminar como el vecino Venezuela, hablan de guerra sucia y de discurso guerrerista; la realidad es: los gobernantes pueden conducirnos a ser una Dinamarca o una Siria. Qué queremos ser, a quién nos queremos parecer y con ello a quién debemos elegir, deben ser preguntas necesarias antes de votar porque, nos guste o no, en un país la política sí importa.

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