La semana de receso
Acaba de pasar la semana de receso; fueron innumerables las familias que salieron de las ciudades a destinos turísticos y también muchas las que viajaron al extranjero. Bastantes padres de familia pidieron vacaciones y aprovecharon tiempo para compartir en sus casas.
La semana de receso es una práctica que se ha vuelto habitual tanto en universidades como en colegios a partir del decreto 1373 de 2007, en el cual se mantienen las 40 semanas de estudio y las 12 de vacaciones; se recorta una semana de junio y se aprovecha en octubre.
El parón a mitad de semestre es justificado como un tiempo para realizar actividades culturales, ponerse al día con temas académicos y viajar en familia. Dicha semana es obligatoria para todos los colegios, y casi todas las Universidades se acogieron a ella por sus beneficios pedagógicos.
Uno de los principales beneficiados es el sector turístico; en dicha semana las ocupaciones hoteleras, aeropuertos y terminales suben ostensiblemente su actividad y distintos municipios aprovechan para organizar sus ferias y fiestas moviendo así la economía.
El turismo en algunos sectores de Colombia es la principal fuente de empleo y motor de sus finanzas, como es el caso de San Andrés, donde el sector aporta casi 30% del total de su PIB, estando por encima incluso del comercio. De allí que los festivos en Colombia y las actividades culturales que se generan en torno a estos descansos sean tan importantes para un segmento del país.
La semana de receso se ha vuelto también un drama para muchas familias; en esta que acaba de pasar hubo 151 personas muertas por accidentes viales y más de 1.500 siniestros en las vías; el año pasado fueron 251 personas fallecidas y más de 2.000 siniestros, según la Policía; otra situación menos dramática pero también incómoda es la gran cantidad de trancones a los que se enfrentan las personas que deciden viajar, especialmente cuando llegan a Bogotá; son horas las que deben pasar frente al volante esperando llegar a sus casas.
Con todo esto el turismo aporta al PIB nacional 2,9%; su porcentaje podría ser mayor pues el país tiene un potencial en la materia aún por explotar, ya que Colombia tiene una tradición localista en este aspecto y el esfuerzo en el extranjero está todo por cosechar, a pesar del aumento de divisas en dólares y la inversión hotelera por más de $50.000 millones.
ello debe haber seguridad jurídica y no cambiar las reglas de juego como lo hicieron con los impuestos de los hoteleros; existir seguridad en el país y reforzar el mejoramiento en las carreteras, pues el atraso en la infraestructura es la gran deuda que tiene el país con los colombianos; solo así estaremos acorde a los niveles de la región donde el turismo aporta cerca de 10% del PIB total. Las familias merecen tener una pausa en su vida diaria y volver en paz a sus casas; lo mínimo es que el gobierno garantice dichas condiciones.