Mujeres valientes en venta directa
Hoy, todavía en medio del caos que ocasionó la pandemia, el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género ocupan un lugar destacado en las agendas de todo el mundo, ya que la desigualdad se encuentra aún muy extendida en todas las culturas. Incluso, en los países en desarrollo, la disparidad es mayor en comparación con los países desarrollados.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), las economías son más productivas, resilientes e inclusivas cuando disminuyen las desigualdades y apoyan activamente la participación equitativa de las mujeres en todas las esferas de la vida. De todos modos, aún en el siglo XXI la mujer enfrenta desafíos a la hora de lograr su desarrollo profesional.
A diario y a pesar de trabajar por romper la discriminación de género en los ámbitos laborales y familiares, se evidencia una crisis laboral para la población femenina en Colombia, que va en aumento al ser ellas las más afectadas durante la pandemia. El más reciente informe sobre cifras de empleo y brechas de género del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) en el marco de la pandemia, destaca que las mujeres representan 39,5% de personas ocupadas en Colombia, en comparación y muy por debajo de los hombres que representan un 60,5% de población con trabajo.
Del mismo modo, resalta que la tasa de desempleo durante 2020 aumentó a 19,6% en las mujeres y 10,9% en los hombres. Cifras que no solo demuestran la disparidad de género en el país, sino que también alarman frente a la situación económica al interior de los hogares colombianos, pues a pesar de poder llevar a cabo varias tareas con una valentía para asumir todos los retos que se presentan, las mujeres encabezan a diario diferentes roles en su familia, comunidad, negocio o profesión que muchas veces las hacen priorizar, unos sobre otros.
Sin embargo, la mujer siempre está en una constante búsqueda de nuevas alternativas que las hagan sentir realizadas en todos los aspectos. De hecho, la Asociación Colombiana de Venta Directa (Acovedi) plantea que 87% de la fuerza laboral del negocio de la venta directa está compuesta por mujeres en Colombia de la siguiente manera: 25% pertenecen a los 35 y 44 años, seguidas por las que tienen entre 25 y 34 años; 21% tienen entre 45 y 54 años y 13% entre 55 y 64 años. Esto demuestra de manera contundente que la venta directa como opción de empleo no solo propicia la posibilidad de tener ingresos adicionales, sino que ayuda a tener una vida en balance, entre lo laboral y personal, así mismo genera libertad moldear distintos tipos de emprendimiento.
Puedo decir que, desde mi experiencia en la dirección de Amway, hemos sido testigos de la oportunidad que entregamos a muchas familias colombianas de tener ingresos adicionales y vivir una vida mejor, nada más 61% de nuestros Empresarios Amway está liderado por mujeres y en contraste con el entorno económico actual, esta cifra se vuelve aún más relevante. Por otro lado, muchas de estas mujeres valientes logran superarse al construir un negocio sobresaliente a tal punto en que este se convierte en su única fuente de ingreso. Vale la pena destacar que, el promedio de ganancia depende del nivel en que se desarrolle el negocio. Si solo se comercializa los productos o si se enfoca en la consolidación de una red o equipo de empresarios.
En suma y a pesar de todas las dificultades por las que pasamos como mujeres, una alternativa para lograr la igual definitivamente es eliminar la discriminación y desde el sector privado, público y social, trabajar de manera articulada para poner sobre la mesa oportunidades de desarrollo legítimas donde se procure por una mejor calidad de vida.
Al reducir la brecha de género cambaría el panorama para toda la sociedad mundial. Es por eso, que las mujeres luchadoras, que trabajan día a día con nosotros en la venta directa, nos merecen el mayor respeto y consideración, porque ellas son el ejemplo palpable de que el universo femenino si puede cambiar el mundo en un futuro próximo.