Analistas 14/06/2018

Elecciones e ideas liberales

Julián Arévalo
Decano, Facultad de Economía, Universidad Externado de Colombia

Luego de la desastrosa campaña del Partido Liberal en la primera vuelta y tras la adhesión de un amplio sector de este partido a la campaña del Centro Democrático, es necesario revisar las propuestas de los candidatos a la luz de las ideas liberales que requiere el país para continuar su proceso de modernización. Un análisis de las propuestas de Gustavo Petro muestra que, lejos de los miedos que se han creado en torno a sus ideas, su agenda económica es muy cercana a dicho ideario liberal.

El liberalismo moderno, en posturas como la del filósofo John Rawls, está fundamentado en el principio de igualdad de oportunidades; esto es, las diferencias de ingreso y riqueza son aceptables si son resultado de desempeños diferentes y no de condiciones iniciales desiguales.

Esto obliga, por ejemplo, a una educación universal inicial de calidad. Igualmente, la economía de mercado parte de la defensa de libertades económicas para toda la ciudadanía, ideal que es imposible de alcanzar si un amplio sector de la población está excluido de los principales mercados.

Así, en materia de trabajo, Petro propone una mayor cualificación y formalización, lo que permitiría ampliar y mejorar la oferta laboral. En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, su propuesta va hacia el fortalecimiento del acceso al crédito, de tal manera que estas puedan acceder al mercado financiero legal y no al llamado “gota a gota”, como ocurre actualmente.

En términos de crecimiento económico, el candidato de la Colombia Humana promueve estímulos a la industria y la agricultura, así como una mayor diversificación exportadora para que el país dependa cada vez menos de los ingresos generados por la extracción minera y petrolera.

En cuanto a las tierras, Petro apuesta por medidas para mejorar su productividad, con iniciativas como la implementación del catastro multipropósito y la revisión del impuesto predial rural, con tarifas crecientes en función del área de los terrenos, las condiciones de producción y la relación entre la vocación y el uso del suelo. Por su parte, en materia de defensa de la propiedad privada, su propuesta es lo ya consignado en la Constitución, que tiene un claro espíritu liberal y que coincide con lo que se hace en muchos países desarrollados.

Adicionalmente, Petro propone la construcción o el mejoramiento de la infraestructura productiva y de transporte, de tal manera que se reduzcan los costos de producción e intermediación, y se contribuya al cierre de brechas entre el país urbano y el rural.

En temas como estos, por no hablar de la agenda ambiental y de paz, la agenda de Petro apunta a una mayor inclusión y libertad económica en el marco del modelo de economía de mercado; todo esto contrasta con el modelo anticompetitivo de favoritismo en la asignación de subsidios y zonas francas, y programas que el país ya conoce, como agro ingreso seguro.

Solo con una inclusión amplia de la ciudadanía se puede garantizar que los principios liberales subyacentes al libre mercado funcionen para todos los colombianos. Por estas razones, así como por la defensa de las libertades políticas, mi voto en segunda vuelta será por Gustavo Petro.

* Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan a la institución a la que pertenece.

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