Mucho se habla sobre el papel que deben jugar las empresas en el desarrollo de un país. Las opiniones se encuentran divididas: algunas se centran únicamente en los aportes que realizan en materia de impuestos y otras se enfocan específicamente en el número de empleos que generan.

Lo cierto es, que el valor de las compañías va mucho más allá de esta visión. Como empresarios debemos ser conscientes del rol que tenemos como transformadores de realidades y condiciones para millones de colombianos y, en ese sentido, debemos trabajar diariamente para aportar nuestro grano de arena a la construcción de una Colombia con mayores oportunidades.

Basta ver las cifras de la Organización Internacional del Trabajo frente a la baja actividad laboral de las personas con discapacidad. Según este Organismo Especializado de la ONU, en todo el mundo, siete de cada diez personas con discapacidad se encuentran inactivas, en comparación con cuatro de cada diez personas sin discapacidad.

Estas cifras nos deben invitar, desde nuestro rol de empresarios, a implementar acciones para aportar y cambiar esas realidades, así como el del mercado laboral para las mujeres, el último informe entregado por el Dane reveló que, mientras la tasa de desempleo para los hombres fue de 8,4%, para las mujeres se ubicó en 13,7%, lo que deja entrever una brecha laboral que afecta mayoritariamente al género femenino.

En ese sentido, desde el Grupo Gelsa entendemos nuestro papel para aportar al desarrollo social, y gracias a ello hemos crecido desde diferentes ámbitos. Hoy somos una de las empresas que más le aportan al país y esto lo hemos logrado gracias al trabajo en equipo y a la convicción de cooperar en la construcción de un mejor país.

Entendiendo estas dinámicas, hemos trabajado de manera decidida para eliminar las barreras invisibles que muchas veces encuentra una parte vulnerable de la sociedad; 95% de la fuerza de ventas de Grupo Gelsa está conformado por mujeres, muchas de ellas son madres cabeza de familia.

También brindamos oportunidades a personas en condición de discapacidad y adultos de la tercera edad, demostrando no solo su importancia para la organización, sino también la necesidad de que cada vez más empresas vean el valor compartido al incorporar y brindar este tipo de posibilidades en sus negocios.

Y es que, además de los cambios para generar mayores oportunidades, cada vez más la sociedad está reclamando empresas que tengan en su ADN el modelo de innovación social, buscando aportar a las comunidades desde ámbitos ambientales, sociales y empresariales. Por eso, decidimos enfocarnos también en generar cambios a partir de estrategias que compensen al planeta, aportando a la construcción y conservación de un mejor futuro para las próximas generaciones. Es así como hemos logrado capacitar a más de 3.500 personas, por medio del programa eco-voluntarios e instalar más de 42 páneles solares que generan un ahorro energético anual de 9.072 Kw, así como la compra de bonos verdes, con los que compensamos nuestra huella de carbono corporativa y aportamos a la reforestación de la cordillera central colombiana.