Claves para la eficiencia energética
El pasado 5 de marzo fue el Día Mundial de la Eficiencia Energética, fecha que nos invita a reflexionar si estamos haciendo un uso responsable de la energía, y es un contexto para fomentar iniciativas con las cuales se puedan establecer comportamientos de consumo racionales y eficaces, que aporten a la sostenibilidad del planeta. Alrededor de esta fecha, se abren debates sobre cómo se puede optimizar la energía a través del uso racional y el impacto que esto tiene en la reducción de emisiones de CO2 y en el cambio climático. Sin embargo, aún nos falta mucha acción para avanzar decididamente en este propósito.
Es claro que se deben formular acciones que van mucho más allá de apagar las luces, migrar a equipos de consumo más eficiente o desconectar los mismos si no se están usando. Si bien, estas son las acciones de responsabilidad más básicas que podemos implementar para gestionar la energía que consumimos, es necesario ofrecer soluciones contundentes y de mayor alcance que respondan a las metas que se han propuesto en materia de descarbonización y ahorro energético. Más aún, cuando el World Economic Forum ha confirmado que la demanda energética igualó durante 2021 los índices presentados antes de la pandemia, momento en el que se registraron cifras sin precedentes.
¿Qué priorizar para incentivar un consumo responsable? En primer lugar, continuar desarrollando de un marco legal que ofrezca garantías de empoderamiento de la demanda para el desarrollo de estos sistemas de control de consumo, desarrollen la eficiencia energética y la respuesta de la demanda. El segundo punto es la importancia de la transformación digital para la materialización de la gestión eficiente de la energía. Esta ofrece una oportunidad para desarrollar sistemas que además de garantizar una mayor competitividad, ofrezcan herramientas para cuantificar y analizar las formas de consumo, a partir de estas tomar decisiones que optimicen el consumo y a su vez se conviertan en herramientas para establecer procesos sustentables. En este caso Schneider Electric, que ha estado ranqueada como una de las empresas más sustentables a nivel mundial por Corporate Knights, se convierte en un aliado tecnológico con conocimientos necesarios y experiencia para configurar arquitecturas que incrementan los índices de eficiencia energética.
Un punto sobre el cual se está haciendo un gran esfuerzo y que consolida a Colombia como referente en la región, es el desarrollo de sistemas de generación con fuentes no convencionales de energía, consolidando la oferta de energía en el país, adicional a su sistema de cargo por confiabilidad referente en el mundo. Sin embargo, además de consolidar y afianzar la oferta, debemos optimizar la demanda y la eficiencia energética, y allí juega el papel más importante de todos, y surge la figura del prosumidor un consumidor activo en sus decisiones de consumo, que puede producir su propia energía o tomarla de la red, y que decide mediante la información disponible en términos de consumo y tarifa principalmente como y cuando consumir o generar su propia energía.
Esta forma de materializar la eficiencia energética mediante la figura del prosumidor habilita y facilita la digitalización, que ha llegado para quedarse como uno de los ejes principales para cuidar nuestro planeta con la eficiencia energética.