Plantón y censura contra Ley TIC
¡Censura! ¡Patriarcado! ¡Oligarcas! ¡Opresión! La izquierda repite lo mismo sin cesar, según sea el caso por el que estén alegando, sin ningún argumento claro. Y como esas palabras son tan taquilleras, rápidamente se unen miles de personas bienintencionadas en sus filas para atacar al sistema, hacer plantones, shows y victimizarse. Hace tres meses escribía en esta columna sobre las bondades del proyecto de ley TIC. Esta semana hubo un plantón para protestar porque el proyecto está censurando, va a acabar a la TV pública y al Canal Uno.
Cuando vi a los convocantes: Aída Avella, Jorge Robledo… supuse que era simplemente ese deseo incontrolable de protestar y alegar por todo, de impedir el progreso, aunque se hagan llamar progresistas, de victimizarse y de repetir el discurso marxista de opresión. Volví a leer mi columna, volví a leer el texto del proyecto, escuché atento los debates en radio y leí los argumentos que tienen en contra de la iniciativa. Confieso que alcancé a asustarme.
Pensé que había algún parágrafo que rezaba que el Canal Uno tendría que entregar su licencia y que en su lugar se instalará el nuevo canal “UribeTV” y en vez de Señal Colombia tendríamos “Duquevisión” y que la Radio Nacional pasaría a manos de “Ondas del Patriarcado”. Pero no. No vi por ningún lado ninguna amenaza.
¿Cómo se va a acabar el Canal Uno mediante un proyecto de ley? Este es un consorcio privado que tiene una licencia vigente para operar hasta 2027. Si se llega a acabar será por las condiciones del mercado, porque no es rentable, porque las empresas se liquiden, pero no porque el Gobierno vía ley decida hacerlo. Eso no tiene ningún fundamento. El Canal Uno está haciendo bien su trabajo y en algunas franjas se ha posicionado como el segundo canal nacional en audiencia. ¿Cuál plantón de qué?
De otro lado, la ley garantiza que la TV pública tendrá asegurado como mínimo, el máximo de presupuesto que ha recibido en los últimos años para su operación. Están asegurados los recursos para los ocho regionales y los dos públicos nacionales. Lo que ocurre es que ya no habrá ese absurdo de dos reguladores, sino uno solo convergente pues esta industria es ahora convergente en todo el mundo. ¿De cuál censura hablan si ni siquiera la ley menciona algo que tenga que ver con contenidos? La ley habla de eficiencias en producción y en redes, no se mete con contenidos ni con regularlos.
Incluso habla de la obligación de los medios públicos en generar contenidos para diferentes plataformas digitales (que ya se está haciendo con RtvcPlay), así que lejos de censurar o reducir audiencia, se está ampliando. Y el espectro por 20 años no se está regalando a los privados: se está garantizando su continuidad en el negocio no por 10 sino por 20 años, algo que nos conviene a todos pues la TV pública se nutre de las contribuciones de los privados. Entonces, ¿para qué el plantón?