Analistas 16/09/2022

El tabú de la presión en la C-suite

Leticia Ossa Daza
Socia Directora Práctica LatAm Paul, Weiss NY

Se pierde confianza en una compañía, el precio de las acciones se desploma, los analistas golpean con comentarios negativos, estos se multiplican en las redes sociales y de repente, el futuro parece sombrío a pesar de tratarse de compañías que llevan décadas de existencia. Se genera especulación y volatilidad...una bomba de presión a punto de estallar. A esto se enfrentan continuamente los altos ejecutiv@s de una organización, la llamada C-Suite.

El pasado 10 de septiembre fue el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Un reciente informe regional sobre la mortalidad por esta causa publicado por la Organización Mundial de la Salud, indicó que este problema sigue siendo una prioridad de salud pública en la región de las Americas. En 2020 se estima que 12,2 millones de adultos estadounidenses consideró suicidarse y 1,2 millones lo intentó (cifras de la CDC, Centers for Disease Control and Prevention). A pesar de su relevancia, poco hablamos de la salud mental y menos si se trata de la C- Suite.

Hablar de esto resulta contraintuitivo, pues es difícil pensar que alguien que “lo tiene todo”, éxito, recursos, que parece carecen de problemas financieros y de otra índole...estos personajes que el mundo ve con admiración y envidia, que se cree son una especie de superhéroes/ heroínas que tienen energía infinita, nervios de acero, capacidades sobrenaturales para afrontar cualquier crisis, puedan ser frágiles, se puedan enfermar, cansarse, sufrir de depresión...es decir, puedan ser HUMAN@S.

Hace unas semanas Gustavo Arnal de 52 años y ejecutivo (CFO) de la cadena de tiendas de artículos para el hogar Bed Bath & Beyond (BB&B) saltó del piso 18 de su apartamento en Manhattan. Se relaciona su muerte con la crisis que viene atravesando esta compañía fundada hace más de medio siglo - estas acciones fueron calificadas de “meme” debido a su volatilidad y cayeron 65% en el último año. Pero Arnal es tan solo un ejecutivo más que se ha quitado la vida y los temas de salud mental en la C-Suite no son recientes. Hace unos años, el CEO de Swisscom de 49 años y el CFO de Zurich Insurance Group de 53 años se quitaron la vida. Y así hay otros tantos ejemplos de suicidios y de adicciones...

Si bien es imposible generalizar y llegar a conclusiones frente algo tan complejo y personal como el suicidio, nos llama a reflexionar si las condiciones de trabajo, la presión, llegan a ser tan intensas que llevan al extremo de querer quitarse la vida.

Poca información y cifras existen al respecto. Y la salud mental, a pesar de los cambios generados por la pandemia, sigue siendo estigmatizada. Pocos hablan de la soledad, la presión, el costo físico, mental y emocional que implica llegar, estar y mantenerse en la C-Suite y de sus retos. ...Recordemos que son humanos los que dirigen y que el mundo necesita de un liderazgo compasivo y de líderes que se puedan mostrar vulnerables. “La vulnerabilidad no es una debilidad; es nuestra mayor medida de coraje”, Brené Brown.

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