Aumento de aranceles y guerra comercial, restricciones tecnológicas…las tensiones entre Estados Unidos y China siguen in crescendo. En las últimas semanas la existencia de un globo flotando sobre los silos nucleares de Montana y los alrededores de Kansas City ha sido el tema de discordia. Este globito de procedencia china (cuyas réplicas volaron desapercibidamente por América Latina) fue derribado hace unos días por un misil estadounidense encima de sus costas. Se dice que estaba equipado con múltiples antenas capaces de realizar “operaciones de recopilación de inteligencia”. A pesar de que Pekín ha negado que el globo se utilizara con fines de espionaje (aclararon que se trataba de un dispositivo meteorológico que se extravió), los legisladores estadounidenses aprobaron una resolución condenando a China por la violación de su espacio aéreo.

La crisis diplomática llevó al Secretario de Estado Blinken a cancelar su viaje a China; y el gobierno de este país calificó las reacciones estadounidenses como “incomprensibles e histéricas”. Si bien la naturaleza del globo y su misión siguen en discusión, los demócratas y republicanos compiten por demostrar quien tiene una postura más fuerte hacia China.

Atrás queda la falsa modestia que había caracterizado la relación entre estos dos países; y en la Conferencia de Seguridad de Múnich del pasado fin de semana en la que se discutieron temas de seguridad mundial, Blinken manifestó a su homólogo chino, Wang Yi, que Estados Unidos no busca un conflicto con China pero que un globo paseándose por su cielo fue un hecho inaceptable que no puede volver a ocurrir. Wang Yi por su parte insistió que el uso de la fuerza para derribarlo fue desmedido.

Sin disculpas de ningún tipo quedó claro que las relaciones diplomáticas entre los dos países serán retadas de nuevo en los próximos días por: la guerra entre Ucrania y Rusia y la posición china frente a esta (Wang Yi se dirige a Moscú esta semana), y por la relación entre Estados Unidos y Taiwán y la próxima visita del presidente de la Cámara de Representantes.

Fuera del clash diplomático, varios estados de los Estados Unidos están considerando prohibir la compra de bienes raíces por parte de ciudadanos y empresas chinas. Texas prohibió a un millonario chino desarrollar un proyecto de energía eólica por sus nexos con China, y esta considerando ampliar la prohibición.

Pero las muestras de presión no paran ahí. La descarga y uso de TikTok (aplicación china) en los dispositivos móviles gubernamentales ha sido prohibida por la dirección administrativa del Congreso estadounidense, y hace unas semanas se presentó un proyecto de ley que busca vetar la aplicación por considerarla un riesgo para la seguridad del país.

La agitada atmósfera geopolítica global se ve exacerbada por la rivalidad entre estos dos gigantes, y entre acusaciones y comentarios incisivos de un lado y del otro, tanto Estados Unidos como China dejan entrever sus diferencias y su intención frontal de competir por su posición de dominio e influencia mundial. ¿Será esta una nueva “guerra fría”?