Analistas 08/07/2024

10X: la regla de oro

Lewis Acuña
Periodista

No hay certeza de cuantas veces alguien exitoso falló. El mundo solo les presta atención cuando ganan. Más de ochenta veces después de que su pequeño restaurante fuera cerrado por la construcción de una carretera, Harland Sanders intentó vender franquicias de su receta de pollo. 12 años después, ya era reconocido como el Coronel y vendió su emprendimiento. Kentucky Fried Chiken para entonces -1964- ya tenía más de 600 locales. Alguien dijo “cuanto más duro trabajo, mejor es mi suerte”. Sólo tu decides si es extraordinario. Solo tú conoces el verdadero potencial y si lo aprovechas; nadie más puede juzgar tu éxito.

“Rocky” obtuvo más de doscientos millones de dólares en taquilla. Cuando Stallone escribió el libreto había tenido que vender a su perro para poder comprar comida. No podía ni pagar la calefacción del decrépito lugar en el que vivía. El éxito es un asunto ético resultado de los reclamos mentales y espirituales por obtenerlo. Ético porque al igual que decir la verdad o no robar, es un compromiso con la idea de que se requiere vivir a la altura del potencial con el que naciste. Si concibes que es ético esforzarte al máximo cada día, no hacerlo es una violación a tu ética.

En la Florida se rieron de aquel que en los pantanos alejados de todos los atractivos turísticos se le ocurrió montar un parque de diversiones. Millones de personas lo han visitado y es el sueño para otros tantos que invierten sus ahorros en recorridos de cientos de dólares al día y sin contar el gasto de los huéspedes que pagan estadías altísimas por alojarse en sus resorts. La apuesta de Walt Disney sigue consolidándose como una de las más exitosas de la historía. “La gente con suerte no necesariamente es exitosa, la que se compromete con el éxito parece tener suerte. Cualquier objetivo que te propongas conseguir será difícil de lograr, e inevitablemente te sentirás decepcionado en algún punto del camino. ¿Por qué no fijar desde el principio metas que te resulten mucho más valiosas? Si de cualquier modo van a requerir trabajo, esfuerzo, energía y persistencia, ¿Por qué no invertir diez veces más de cada elemento?”.

Ese es el foco de La Regla 10X: proponerte objetivos diez veces superiores a lo que piensas que deseas y luego realizar diez veces el trabajo que es necesario para alcanzarlos. Es la clave para el éxito surgida de la experiencia y los fracasos de Grant Cardone -cuya fortuna supera US$3.600 millones- y que te presenta en su libro “La regla de oro de los negocios”

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