Cultura 10/07/2023

#Con-Texto | El factor D

Lewis Acuña
Periodista

Hércules enfrentó una crisis personal tan profunda y potencialmente transformadora como la que podemos sufrir cualquiera de nosotros. Sócrates fue el encargado de inmortalizarlo describiendo el momento mítico en el que dio cara a su gran encrucijada, cuando todo cambió para él.

Pasó -cuenta el filósofo- en una tranquila intersección en las colinas de Grecia. ¿A dónde iba? ¿Cuál era su destino final?. Como tantas veces nos ocurre, era un ser que no tenía respuestas, estaba solo, era anónimo e inseguro.

En ese punto, donde el camino se dividía, encontró dos diosas. Una en cada uno de los puntos de partida hacía el destino que debería escoger. La primera de ellas, de una presencia suntuosa, le ofreció ir por allí, por el paso que resguardaba.

Prometiéndole el cumplimiento de cada una de las tentaciones que pudiera imaginar. Jurándole que jamás experimentaría la necesidad ni la desdicha, el miedo o el dolor.

En el otro, la segunda diosa, vestida con una impecable y sencilla túnica blanca, le prometió que al avanzar por su lado obtendría las recompensas derivadas de su esfuerzo. Ni más ni menos. Una travesía larga, llena de sacrificios en los que no faltaría el miedo ni la duda.

Ese era un viaje que quizá lo podría convertir en quien sus antepasados querían que fuera, pero que solo realizándo lo que correspondía paso a paso, cada día, podría confirmarlo.

Me atrevería a decir que ninguno de los mas de mil empresarios que han participado en los ‘Insides’ de La República escogieron el primer camino al enfrentarse a su encrucijada personal. Porque crear empresas o dirigirlas es decidir avanzar por el segundo. Son conscientes de ese secreto a voces que se forja y los mantiene bajo control para no arriesgarse a la ruina -económica y/o personal-. Decisiones diarias sobre cuáles deseos satisfacer, las acciones para llevar a cabo, qué pueden aceptar o exigir de si mismos.

Hércules vaciló y con razón, ese era un viaje para un dios. Allí encontró el secreto: sin disciplina sería imposible realizarlo. ‘La disciplina marcará tu destino’, de Ryan Holiday, se enfoca en ella y demuestra que es predictiva y determinista.

Con ella es más probable que logres tus metas, pero su ausencia te asegura el fracaso.
Hércules tomó el segundo camino y la historia dice que se consideró el dios protector de la honradez comercial, del suelo y de los ejércitos en Roma. La disciplina fue su destino, su factor.

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