En Colombia tenemos la tendencia de quejarnos de nuestro Estado a raíz de las decisiones que se toman en política y el efecto que tienen en nuestra economía y en nuestra sociedad. Con respecto a esto surge una pregunta un poco hipócrita: ¿En realidad nos podemos quejar de un Estado al cual no conocemos?

Llevé a cabo un experimento social en el cual se hicieron las mismas preguntas repetidas veces a estudiantes universitarios: ¿Qué es un Estado Social de Derecho? ¿O cómo se puede ejercer un derecho aparte de votar por un candidato de preferencia en las elecciones? Esto desató un espacio de reflexión sobre el medio en el cual como país vivimos, ya que no se puede esperar que cada uno conozca la Constitución en su totalidad, pero sí en lo posible sus derechos como ciudadanos. Los resultados en su mayoría fueron de completo desconocimiento o intentos de adivinar la respuesta correcta. Otro hallazgo de este experimento social causó gran impacto en la forma como la gente recibía estas preguntas como “raras.

Es claro que también esta información se encuentra mejor estructurada en la Constitución del 1991, en el Artículo 40, donde claramente dicta que como ciudadanos colombianos tenemos muchos más derechos fuera de la participación política de votar en las elecciones, sino también presenta el derecho a ejercer esta actividad política a través de consultas populares, manifestaciones, cabildo abierto y otros.

Como resultado y oportunidad, los jóvenes tenemos derecho a votar desde los 14 a los 28 años en los Consejos Municipales y Locales de Juventud. Que como jóvenes nos da la oportunidad tomar decisiones en cosas como influir en las políticas públicas sobre la educación, acceso a becas y salud mental; temas que a nosotros como jóvenes nos afectan más.

Gracias a espacios como estos tenemos la oportunidad de entender, aprender y hacer ver nuestras necesidades y habilidades desde temprana edad moldear nuestro país, para ser mejor adaptable a nuevas generaciones. Elecciones que este año se llevaran a cabo el 19 de octubre 2025, una fecha que nos recuerda informarnos sobre nuestro país y que como jóvenes, siempre saber que nuestras opiniones y punto de vista político importan sin que la edad nos quite mérito.

Este simple, pero contundente experimento social, nos da una gran idea de cómo y cuál es el conocimiento general de los jóvenes sobre nuestra estructura social, lo que nos hace pensar en que tal vez quejarnos es fácil, pero es prudente hacerlo con certeza de que sabemos en realidad de qué nos quejamos y qué conocemos la manera de cambiarlo; ese es el verdadero reto como sociedad.

Por último, falta agregar que nuestra desinformación nos está robando la voz, porque si no sabemos cómo funciona el Estado, no solo perdemos nuestra credibilidad y derechos, sino también nuestra voz y aporte a un cambio en la democracia. “¿Es esto realmente lo que queremos?” Porque desafortunadamente es una realidad hoy en día.