Analistas

La reunión del Banco

Louis Kleyn

El próximo 30 de septiembre la Junta Directiva del Banco de la República tomará una decisión sobre la tasa de intervención, actualmente en 9,25%. La política monetaria es posiblemente más trascendental para el bienestar social que muchos otros instrumentos de política económica. En las últimas reuniones la JD ha sido renuente a recortar la tasa, explicando que le preocupa el déficit fiscal, el crecimiento de la deuda internacional, la baja calificación de riesgo y el desorden institucional general. No obstante, creemos que hay campo para tener tasas más bajas.

La inflación de los últimos 12 meses ha caído desde un pico de 13,3% en marzo de 2023 a 5,1% en agosto, teniendo recientemente un leve aumento. La tasa de intervención, de un máximo de 13,25% durante el segundo semestre de 2023, disminuyó a 9,25% actual. Es decir, desde 2023, en 18 meses, la tasa “real” (puntos por encima de la inflación últimos 12 meses) ha pasado de ser 0 a 4,15%. 2025 comenzó con una tasa de intervención de 9,5% y con una inflación de 6,6%. Durante estos meses, a pesar de que la inflación ha caído un 1,5%, la tasa de intervención apenas ha tenido un ajuste de 0,25%. Habría entonces amplio margen para su reducción. Adicionalmente, en la política monetaria contemporánea las tasas reales de intervención suelen ser muy bajas: en Estados Unidos apenas de 1,5% y en Europa menos de 0,1%.

La economía colombiana lleva varios años de postración: un crecimiento de 0,7% en 2023, de 1,7% en 2024 y en el primer semestre de 2025, de 2,2%. La líquidez en la economía no está aumentando, el crédito se ha venido contrayendo. Los precios de finca raíz están débiles desde 2015 y durante los últimos dos años la caída ha sido muy pronunciada. Los volúmenes de transacciones de vivienda nueva y usada, en todos los estratos, están en mínimos históricos. El comercio internacional tampoco crece. Los productores colombianos continúan siendo muy poco competitivos, entre otros, por los altísimos costos de financiación.

La economía mundial mantiene un crecimiento bajo. La inflación se ha desvanecido: en Estados Unidos y en Europa ha pasado de ser superior a 10% en 2022 a alrededor de 2%-3% actualmente. En contraste, el peso colombiano está muy fuerte, con una TRM oscilando alrededor de los $3.900. La TRM había estado ya, entre julio 2022 y junio 2023, por encima de $4.200, llegando incluso a tocar los $5.000. Y apenas el pasado noviembre estaba por encima de los $4.400. Los riesgos de presiones inflacionarias importadas son entonces mínimos. Para rematar, el peso colombiano sobrevaluado se origina, entre otros, en las muy altas tasas de interés, que atraen capitales extranjeros en busca de rentabilidades inexistentes en otras geografías. Un peso demasiado fuerte perjudica gravemente a los exportadores.

Una tasa de intervención más baja será perfectamente compatible con una postura firme contra la inflación y tasas más “normales” impulsarán la economía y mejorarán en general los indicadores.

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Banco de la República - Tasa de Interés - Inflación