Con el argumento de que lo público debe estar dispuesto a someterse al escrutinio de la opinión, periodistas y medios de comunicación han cuestionado los bonos de remuneración que se pagan a directivos de la ETB.
Dicen que es sorprendente que una empresa con capital público pague bonificaciones o que la ETB pagó bonificaciones teniendo pérdidas.
Las supuestas pérdidas de la ETB
La ETB no tiene pérdidas. Disminuyó en 2014 sus utilidades operacionales -pero siguen siendo utilidades- debido a gastos inherentes a su plan estratégico de montaje de fibra óptica para reemplazar la de cobre, su ingreso a la telefonía móvil y a su incursión en el servicio de televisión.
La ETB ha destinado en los últimos tres años más de $1,5 billones en infraestructura y decenas de miles de millones de pesos en gastos de montaje e implementación sin que todavía esos gastos tengan una contrapartida representativa en ingresos. El grueso de los ingresos de esa renovación estratégica comenzará a verse reflejado en el corto plazo.
Las bonificaciones
Bonos empresariales no se pagan solo por utilidades como mal han concluido los críticos. Se pagan también por cumplimiento de metas globales, de área o personales dispuestas en un plan estratégico de mediano y largo plazo. Algo común en el mundo empresarial y que no es ajeno a la ETB.
Los bonos en la ETB son pagados a unas 400 a 500 personas que pertenecen a lo que se denomina curva administrativa y que está conformada por: coordinadores, gerentes, directores, vicepresidentes y el presidente, personas con mucha experiencia y conocimiento en el ejercicio de sus funciones operativas y directivas.
Estos pagos se hacen de acuerdo a un modelo de remuneración bastante elaborado. Su origen y autorización de giro emana de la Junta Directiva de la ETB, que ha recibido además asesoría de firmas multinacionales expertas en remuneración.
La bonificación, en el grupo significativo de altos ejecutivos de la ETB hace que su remuneración total sea medianamente competitiva frente al mercado laboral. Y en el resto de ese grupo de empleados (más de 300), permite que su remuneración total sea competitiva, logrando así retener talento y motivar el buen desempeño laboral.
Un bono también se paga, si se cumplen las condiciones acordadas, a la mayoría del personal de base de la compañía (unas 2000 personas aprox.).
La ETB debe remunerar competitivamente
Que ETB tenga una porción mayoritaria de capital público no es argumento para remunerar mal a sus empleados. Si así fuera, la ETB no tendría ningún instrumento para tener empleados altamente calificados y su gestión empresarial sería un fracaso.
La ETB dejó de ser un monopolio y hoy enfrenta un mercado en competencia. Así que debe remunerar a sus empleados competitivamente o desaparece, causándole un gravísimo detrimento al patrimonio del Distrito Capital y al de los accionistas minoritarios.
Hace unos años se daba por descontado la muerte de la ETB por falta de gestión y dirección. Hoy la ETB retomó el rumbo y se perfila como una de las grandes compañías de telecomunicaciones en Colombia.
Es prudente no dejarse llevar por la inmediatez de informaciones empresariales que suenan sorprendentes, sin antes estudiarlas a fondo. Así se evita caer en errores y se previene enarbolar causas parroquianas que es hora de superar en Colombia. Solo así impulsaremos el desarrollo empresarial, competitivo y generador de empleo en el país.