Analistas 28/08/2018

ODS, ahora de abajo hacia arriba

Luis Felipe Gómez Restrepo
Profesor Universidad Javeriana Cali

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, con sus 17 objetivos y 169 metas se presentan como la gran agenda global para buscar el bienestar de todo el planeta y mejorar la vida de las personas en armonía con el ambiente. Este gran acuerdo mundial, adoptado por la Naciones Unidas en 2015 por más de 190 países, se juega su éxito no solamente en lo global, sino en lo local. Por ello, luego del ejercicio de arriba hacia abajo, ahora hay que complementar el ejercicio en la otra dirección: de abajo hacia arriba. Se trata de articular la práctica desde los territorios locales y las regiones.

En Colombia, país que fue pionero e impulsador en la historia de la adopción de los ODS, ha hecho la tarea de traerlos y ponerlos en términos y metas para el país, a través del documento Conpes 3918 del 15 de marzo de este año: “Estrategia para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia”. En este documento se tiene la línea de base para cada objetivo, lo que hemos alcanzado a 2018 y la meta al 2030.

La historia de la medición nos muestra que, por ejemplo, en un ejercicio similar, aunque no con tanto impacto como el de los ODS, estuvo el proceso de los “Objetivo del Milenio”, que, si bien no fueron seguidos con tanto rigor, por la falta de metas concretas y de articulación entre los actores responsables, nos dejó en general un balance importante con una nota de avance del 86,8%.

Pero evidenció que nos rajamos en tres temas: Equidad de Género, Embarazo Adolescente y tasas de mortalidad de dengue y VIH. Pero el problema de fondo estuvo que hay una gran disparidad a nivel regional. El mismo Conpes al evaluar los ODM afirma: “Si bien los resultados a nivel nacional en el cumplimiento de los ODM son positivos, a nivel territorial se evidencian disparidades importantes que sugieren un avance desigual en las diferentes zonas del país”. Es imperioso cerrar estas brechas regionales y territoriales. Y una de las razones está en la débil institucionalidad local: “la disparidad en las capacidades institucionales de los territorios, hace que las regiones más atrasadas no cuenten con las condiciones mínimas para potenciar su desarrollo y cerrar las brechas existentes”, subraya el Conpes.

La disparidad regional se volvió a evidenciar en la baja penetración y poca articulación de los ODS en los Planes de Desarrollo Territorial (PDT). En una muestra que realizó Planeación Nacional, solamente 24% de los PDT 2016-19 lo hizo de manera alta, es decir, articulando medición y recursos. En 2020, con los nuevos gobiernos municipales y departamentales es una excelente oportunidad para hacer esta alineación a nivel de las regiones.

El cumplimiento de la agenda global de los ODS dependerá, como lo afirma Planeación Nacional, de la habilidad de volverlos vida en las ciudades, regiones y municipios. Y más que una pedagogía general y un seguimiento centralizado a la evolución de los indicadores. Lo que se debe privilegiar es el acompañamiento de las regiones, buscando una articulación de los ODS con los planes de desarrollo, los presupuestos y los Planes de Ordenamiento Territorial.

La estrategia de alianzas del Estado con organizaciones no gubernamentales y con empresas puede marcar una diferencia muy importante con otras experiencias, pues si se logra esta gran articulación a nivel regional, especialmente allí donde hay una falta muy grande de capacidades, el acompañamiento de ONGs y empresarios puede apalancar el cumplimiento de los ODS.

La realidad territorial del país vuelve a poner en el centro de las discusiones los problemas de gobernanza, con temas como la participación ciudadana, el desarrollo técnico de las instituciones, y la flexibilidad normativa según los contextos, que son necesarios para asegurar un desarrollo sostenible.

La dinámica de abajo hacia arriba se impone para que podamos llegar a las metas y cerrar las brechas regionales.

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Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)