El Gobierno Nacional ha dado un paso importante en el ámbito internacional. A pesar de lo confusa que resulta la estrategia de política exterior del Estado colombiano en la actual administración (2022-2026), debe anotarse que el segundo resultado tangible de la Estrategia África propuesta desde el Plan Nacional de Desarrollo (PND) se logró con la apertura de la embajada en Adís Abeba, capital etíope. El primero de los logros de ese tipo fue la apertura de la embajada en Senegal desde mayo pasado.
Se ha expresado líneas atrás que el logro se dio, incluso, a pesar de lo confuso de la estrategia de política exterior; lo que no resulta exagerado. Si bien se hicieron públicas las bases de la estrategia de inserción de Colombia en este nuevo gobierno, a través del citado PND, y se declaró desde marzo de 2023 que el Estado colombiano tendría una política exterior feminista, pues todavía hoy existe desconocimiento en el país de las directrices y lineamientos de la estrategia oficial del Gobierno.
No obstante lo anterior, debe resaltarse que desde el año pasado se declaró que el país tendría un acercamiento sin precedentes al continente africano, “a través de la profundización de relaciones con sus socios actuales y el aumento de su presencia (…), buscando relaciones más profundas con sus diferentes regiones, reconociendo su diversidad económica, cultural y social.”
Los detalles de la citada aproximación se incluyeron en la que desde octubre de 2022 se conoció bajo el rótulo de Estrategia África, incluida como se dijo en el PND y que tiene por objeto el aumento “de la presencia colombiana en ese continente mediante una mayor representación diplomática y consular, y consolidación de la relación política y económica entre esa región y Colombia.” Es por esto que la apertura de la embajada de Colombia en Etiopía es un paso importante en la dirección propuesta.
De la misma manera que se precisó detenerse en entender mejor a Senegal, una vez se posesionó Claudia Mosquera Rosero-Labbé como embajadora de Colombia en propiedad en ese país francófono, ahora es menester orientar la mirada hacia el cuerno de África. Hacer referencia a Etiopía es hablar de una nación con más de ciento veinte millones de habitantes. El país presenta particulares similitudes a Colombia, lo que podría facilitar diversas interacciones para una relación gana-gana.
En la actualidad, con un PIB de alrededor de ciento treinta mil millones de dólares, Etiopía aparece con unos sectores agrícola y manufacturero prósperos. Además, situada como la sexta de las economías africanas, de acuerdo con las estadísticas del Banco Mundial, es una de las que más rápido crecimiento ofrece, atrayendo inversiones extranjeras y nutriendo una floreciente clase media.
De acuerdo con el FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola), el país africano se enfrenta en la actualidad a un crecimiento sin precedentes de su población: más del 40% de su gente tiene menos de 15 años y el 71% es menor de 30. Esto, sin lugar a dudas -a pesar de presentarse en un país con profundas dificultades socioeconómicas-, es una opción relevante para considerar. No hay que olvidar que el continente africano es el más joven del mundo y espera ansioso por oportunidades.
El reto para Yeison Arcadio Meneses, embajador del país en Adís Abeba, es inmenso, pero hay un terreno amplio, virgen, atractivo y expedito para la obtención de resultados favorables a Colombia.