Analistas 08/10/2024

Mujeres al poder

Luis Fernando Vargas-Alzate
Profesor titular de la Universidad Eafit

Siendo consecuente con el constante llamado planteado en este espacio por parte de quien escribe, para que la mujer alcance mayor incidencia en todos los escenarios del ejercicio público, las líneas de este texto se ocupan en resaltar lo que ha sido su avance en la participación gubernamental en la región. El pasado primero de octubre se llevó a cabo la posesión de Claudia Sheinbaum, la primera mujer en asumir la presidencia del segundo país más poblado de América Latina y segunda economía de la región, solo superado en ambos ítems por Brasil.

Hace ya 13 años que Brasil también logró ser gobernado por una mujer. Rousseff asumió las riendas del Estado más importante de América Latina, permitiendo ampliar las posibilidades de ver en los demás países de la región a una mujer en la máxima dignidad del poder ejecutivo. El listado de mujeres que han presidido gobiernos latinoamericanos, incluyendo casos en los que éstas fueron nombradas por alguna circunstancia (no elegidas popularmente) incluye 14 lideresas. Un listado exhaustivo tendría que comenzar por la primera mujer que tuvo esa posibilidad en Argentina en 1974, a pesar de que su acceso al poder pueda cuestionarse: María Estela Martínez de Perón (Isabelita).

Luego, en 1990, Violeta Barrios de Chamorro logró la primera elección en Nicaragua, pero al mismo tiempo fue la primera en toda América Latina. Antes de ella, ninguna mujer lo había logrado por voto popular. En su orden, llegarían al poder Mireya Moscoso en Panamá (1999), Michelle Bachelet en Chile, (2006), Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007), Laura Chinchilla en Costa Rica (2010), Dilma Rousseff en Brasil (2011) y Xiomara Castro en Honduras (2022). Todas ellas fueron elegidas por voto popular.

Además, destacan los nombramientos de Lidia Gueiler en 1979 y Jeanine Áñez en 2019 en Bolivia; y Rosalía Arteaga en Ecuador (1997), liderando el ejecutivo en carácter de interinidad o por designaciones, incluso, de corta temporalidad. Los últimos dos casos de presidentas, antes de la llegada de Sheinbaum el martes pasado, son los de Dina Boluarte, quien asumió la presidencia peruana en 2022, luego de la destitución de Pedro Castillo, y Claudia Rodríguez, que asumió designada, como encargada de despacho, por Nayib Bukele en 2023. Así, en total esas 14 mujeres han estado al frente de algún Estado latinoamericano.

En la actualidad, la cifra global de mujeres al frente de un gobierno es de 28, bien como jefas de Estado o de Gobierno. Infortunadamente, ONU Mujeres ha reportado que, de mantenerse la tendencia actual, el planeta solo experimentará una relativa igualdad de género en las esferas más altas del poder hacia 2154 aproximadamente. Desconcertante. Sin embargo, lo que debe considerarse ahora es que la tendencia no se mantenga y que cada vez más mujeres asuman los roles de liderazgo y de incidencia en las decisiones del orden global.

Para el análisis específico de América Latina, tres mujeres están al frente del mismo número de Estados. México (Sheinbaum), Honduras (Castro) y Perú (Boluarte) se mantienen como pruebas de fuego para que el lado femenino del poder continúe demostrando sus habilidades de gestión, liderazgo y resultados transformadores. Para avanzar en mayor participación, las mujeres tienen que formarse con rigor, prepararse incansablemente, y competir con convicción por las posiciones que les han sido esquivas durante décadas.

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