La vida y obra de Gustavo Serpa Mendoza está íntimamente ligada a las luchas sindicales del país, durante décadas fue de ellas un gran animador. Muy especialmente la historia de la caja de compensación familiar Cafam llevará su impronta; durante casi 50 años Cafam tuvo el privilegio de contarlo como miembro de su Consejo Directivo en calidad de representante de la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC.

En Cafam no hay obras, hechos o circunstancias en las cuales no se encuentre las huellas de Gustavo Serpa. Él hizo invaluables aportes a las políticas y estrategias, y fue un referente para la generación de bienestar de nuestros afiliados y usuarios, y un aliado en la construcción de país.

Serpa siempre fue un hombre alegre, generoso, optimista y con un don para identificar como generar transformaciones que impactaran positivamente a los trabajadores y sus familias. Fue un hombre con convicción, carácter y determinación, leal a sus principios y gran luchador. Terco para lograr objetivos.

Con Gustavo era fácil llegar a acuerdos dialogando. Eran famosos sus dulces al día siguiente de una controversia no resuelta. Él no dejaba resentimientos abiertos. Nobleza obligada, que gran ser humano, el mejor de los amigos. Una huella de especial trascendencia para el país y para la historia del subsidio familiar se encuentra en la administración del presidente Alfonso López Michelsen, con el decreto que establece la participación de los trabajadores en los consejos directivos de las cajas de compensación donde hubo un particular y fundamental protagonismo de Gustavo Serpa.

El hecho que da vida a un modelo de administración concertada entre empresarios y trabajadores es único y exitoso, amén que perpetúa la existencia de las cajas de compensación como patrimonio de los trabajadores. Este solo hecho, a veces olvidado, sería suficiente para rendir homenaje a Gustavo Serpa Mendoza por siempre.

También Gustavo aparece en primera fila como líder sindical en las fundamentales transformaciones del país llevadas a cabo por el presidente Carlos Lleras Restrepo. De ellas surgió entre otras instituciones: el Fondo Nacional del Ahorro. El presidente le hizo homenaje a Gustavo al nombrarlo en su primera Junta Directiva, y en la cual estuvo con lujo por más de 30 años. Gustavo, sin muchos títulos académicos o ninguno, meritoriamente dominaba muchos temas económicos y sociales, y era motor de ideas, propuestas e iniciativas que difícilmente se podrían enumerar.

Su liderazgo fue largo, meritorio y relevante desde su comienzo, como presidente del sindicato de Insfopal. Confrontador constructivo y aunque siempre mantuvo bajo perfil era un hombre elegante e impecable en su manera de ser, era único en su estilo.

Como persona tenía las mejores cualidades, gran miembro de familia, inmejorable padre y abuelo, el mejor de los amigos, el mejor contertulio en los eventos sociales donde se destacaba por su especial afecto por la música mexicana y la cocina, hincha apasionado de Millonarios y admirador de Alfredo Di Stéfano. En lo personal tan destacado como en lo público, para él todo el reconocimiento. Siempre le quedaremos debiendo.

Su paso por Cafam, su liderazgo sindical referente obligado de derechos laborales, su presencia y aporte a la vida nacional son ejemplo para destacar y reconocer, su pérdida es inconmensurable. Adiós al amigo y líder, lo recordaremos con mucho afecto. ¡Siempre estará presente!