Los demonios no dan misa
A toda Latinoamérica la tienen embolatada con la doctrina globalista que predica la falacia de que el Estado le tiene que solucionar todos los problemas a los ciudadanos. Esa teoría solo valida que se perpetúen en el poder la mediocridad, la politiquería y el clientelismo soportados por el empobrecimiento de los particulares y el erario.
Llegó diciembre y despertaremos en febrero endeudados y despistados, mientras me da la impresión de que las Farc-EP, el ELN, Petro, Bolívar, Cepeda, Santos, etc., etc., etc., ya tienen listos plan A, B, C…. X, Y y Z, y el país sufre asfixia mediática y se sigue tapando los ojos frente a la impunidad del atraco más grande que le hayan hecho al Estado colombiano. De manera metódica nos dan tres golpes diarios de puro circo, mientras nos chupamos la colombina envenenada de la distracción electoral, para así ellos poder llegar al 2026 y hacer lo que se les dé la santa gana.
No quiero hacer juicios personales de nadie, porque el único macho probado con hechos y resultados en materia de avance en seguridad, legalidad, salud, justica y desarrollo socioeconómico es Uribe, y porque la política ya no es lo que pensábamos que era: la conducción de un Estado para bien de la nación no para una élite política corrupta. Entonces, ¿cómo recuperar la legalidad con discursos, si está en manos de violentos armados hasta los dientes y repletos de dólares calientes?
Hoy observamos atónitos, impávidos y acobardados, cómo una banda de atracadores con poder trapea con unos pocos “inocentes angelitos” que juegan a la política opositora, a las cortes y al debate mediático, como si estuvieran jugando mamacitas con una banda de peligrosos delincuentes que les llenaron de alacranes y culebras venenosas la casita de muñecas.
Estamos confiados y distraídos mirando un bello atardecer, mientras los atracadores nos distraen y se llevan de calle la democracia y el botín de la hacienda pública. Entre tanto Petro arremete contra USA reiterando su discurso de NYC., apelando a una imaginaria constitución galáctica universal que vio en una de sus trabas y defendiendo a sus aliados narcoterroristas a lado y lado de la frontera y a sus amigos de todo el combo Castro-Chavista de Maduro.
Entendamos que Ganado no hay sino en los corrales. Y en esta feria politiquera ya los negocios no se hacen de palabra sino con efectivo caliente y por adelantado. Estamos moliendo con yeguas movidos por una sana afición a la política electoral que nubla los entendimientos, que no otorga garantías y divide, mientras el sano debate de ideas democráticas se torna en utopía.
Para mí esto no se arregla a las buenas, porque el ser humano solo atiende su propio interés y el riesgo lo atañe. El pobre, los estratos 1, 2 y 3 que representan más del 70% de los votos, no discierne la complejidad del debate ideológico, porque vive del rebusque y no tiene nada más que los subsidios Estatales, por tanto, nada arriesga al apoyar a quien le prometa darle algo tangible, así luego sea una fatídico espejismo.
De ilusiones vive el alma, pero con eso no se le llena el buche de una nación hambrienta custodiada por instituciones lideradas por la tibia mediocridad de voluntades consagradas a intereses particulares y un ejército famélico y desmotivado.
Cristo Salvador y el Sagrado Corazón no trabajan en los infiernos en los que han sido convertidas Venezuela y Colombia, hoy unidas por el negocio del Estado con organizaciones terroristas y criminales de todo el mundo, por la franja que ambos gobiernos les entregaron a las organizaciones narcoterroristas, y por los territorios que ya les tiene repartidos y adjudicados la política de “paz Total” en más del 50% de ambas naciones.
Como dice Alicia: “Que la luz nos acompañe”. Pues lo que necesita “Troya” son 300 valientes alentados y dispuestos a morir y no 100 discurseros insultándose o indultándose unos a otros, ni un remedo de Cristo redentor cocinado en la paila de “Don Sata”.
Lo que está en juego es el negocio internacional de todo lo ilícito, el de la droga y el narcotráfico que NO está para la venta, el del multilateralismo obsoleto y del control de los Estados en manos de regímenes terroristas y delincuenciales.
Contra ello no veo solución demagógica posible. Es como con la maleza, que hay que arrancarla de raíz, y si no es con absoluta transparencia, con verraquera y tecnología de alta precisión acompañadas de una voluntad política férrea de erradicar de Colombia la producción de droga y de tomar la decisión de ser capaces de vivir en la pobreza dignamente mientras los jóvenes de manera transparente vuelven a construir sobre unas instituciones incendiadas.
Debemos todos aplaudir el valor de la lucha humanitaria de María Corina Machado y ayudarla a que contrario al gran engaño al mundo de Santos, inspire la libertad de nuestro pueblos, y pedir porque el destino guíe bien a Marco Rubio y a la fuerza que hay parqueada en el Caribe, para que obren con la precisión y contundencia necesarias para que podamos liberar la región de las narco-dictaduras e impedir que Venezuela y Colombia se conviertan en una moderna disputa narco-vietnamita.