Hidroituango se ha convertido en una batalla entre los que agreden para esconder la verdad y los que con humildad y estudio luchamos por llegar a lo veraz. La verdad es la verdad; la verdad iguala al poderoso y al pobre, al culto y al ignorante, al amigo y al adversario. No hay nada más democrático que la verdad… O tal vez sí, la muerte. La verdad nunca muere; utopía matar la verdad. Los que nunca defienden la verdad odian a los que piensan diferente. Como algunos insisten en taponar la verdad en Hidroituango, cada pecado mortal constructivo hay que explicarlo.
Un Pecado Mortal fue el Plan de Aceleración y la construcción del Túnel GAD Galería Alternativa de Desviación que estalló, y que costó más de $780.000 millones. El Plan de Aceleración lo empezó EPM en 2014 cuando desvió el Río Cauca por dos túneles sin compuertas. Mantienen en secreto quién autorizó ese irresponsable desvío. Nadie dice si lo ordenó la Junta de EPM, o la Gerencia, o sus ejecutivos, o los contratistas. Igual, nadie alza la mano para decir quién aprobó el Plan de Aceleración. Lo que sí es claro es que los argumentos públicos que en su momento presentó EPM para tomar estas medidas resultaron falsos.
A pesar que traten de engañar con medias verdades, A EPM si le advirtieron que iba hacia una tragedia cuando no colocó compuertas a los túneles y cuando contrató la construcción del Plan de Aceleración y el Túnel GAD que estalló. Veamos.
La Junta de Asesores Internacionales de EPM cada vez que venía al país se reunían con la cúpula de EPM y de cada visita a la obra dejaban un Acta. Por escrito, advirtieron a EPM que NO desviara el Río Cauca por los Túneles sin compuertas. En el Acta #2 de los Asesores (agosto 2013) advierten: “Los riesgos técnicos inherentes a la Aceleración del desvío del río no son aceptables… se recomienda seguir el diseño original”. En el Acta # 3 (noviembre 2013) reiteran: “En esta reunión la Junta fue sorprendida con la decisión ya tomada de EPM de construir un tercer túnel…La alternativa de desviar el río sin las estructuras de cierre previstas y construir un tercer túnel no fue apoyada.” Y en el Acta # 4 (abril 2014), cuando ya se había desviado el río sin compuertas en los túneles, la Junta de Asesores deja otra constancia: “La Junta había recomendado postergar el desvío del río… la operación que se hizo es poco ortodoxa y sin precedentes… Todo está consumado”. Todo Textual. No deberían ocultar estas actas.
También, El Comité Técnico de la Sociedad Hidroituango advirtió a EPM en documento oficial de marzo de 2014: “El tercer Túnel o GAD fue una decisión unilateral de EPM, y debe asumir sus costos, posibles efectos adversos, riesgos constructivos, pólizas e implicaciones ambientales que se deriven de esa decisión”.
Más claro no canta un gallo. EPM estaba súper advertida del error. Fue cabecidura.
Con tantas advertencias, resulta increíble que EPM contratara en 2015 la construcción del Túnel GAD, y más grave, con el exceso de NO tener licencia ambiental ni diseño definitivo, ni estudios hidrogeológicos ni geotécnicos. Y esta omisión, que se presume un delito, la mantuvieron en secreto. Cuando ocurrió la catástrofe empezó a salir del clóset la verdad y estos documentos. El Gobernador Luis Pérez descubrió e hizo público que no había licencia ambiental; en EPM lo negaron, pero tiempo después el Gerente reconoció el error. El Gobernador en 2018 pidió a la Junta de Hidroituango comunicar la situación a órganos de justicia y control como era su deber. En el libro la Verdad de Hidroituango se mostró cómo el túnel GAD que estalló estaba mal diseñado y mal construido. El Río Cauca no cabía por ese túnel GAD que trabajó a presión y estalló. Eso lo ratificaron las investigaciones de la Universidad Nacional, de Skava y de las Aseguradoras. Nada los ha refutado.
Y nueva prueba. EPM certificó en 2016 que correría con todos los riesgos y males que viniesen de la construcción de túnel GAD que estalló. En el Acta 47 del Comité de Seguimiento del Contrato BOOMT (julio 13 de 2016), el Director por EPM de Desarrollo del Proyecto Ituango, Dr. Álvaro Ospina, declaró oficialmente a nombre de EPM: “EPM aclara al Comité que todas las obras que se han adelantado en la galería alternativa de desviación han sido a riesgo de EPM”.
A pesar de los peligros advertidos, El Plan de Aceleración fue aprobado a pupitrazo virtual por la Junta de la Sociedad Hidroituango el 30 de diciembre de 2015, un día antes de la posesión de Luis Pérez Gutiérrez como Gobernador de Antioquia. La picaresca pública decía que el Plan de Aceleración se aprobó un día antes de la posesión del nuevo gobernador. para dejar con las “manos amarradas” el gobierno de Luis Pérez. No parece tampoco legal que los contratos de construcción del Túnel GAD y el Plan de Aceleración se firmaron antes de ese 30 de diciembre de 2015.
El tamaño del Plan de Aceleración se mide en dinero. El Contrato de Obra ordinaria inicial de EPM con el Constructor fue de $1,86 billones. Al sumarle el Plan de Aceleración, el Túnel GAD y la contingencia, a 2020 se ha pagado a los contratistas $4,4 billones. Por errores constructivos ya se pagaron $2,6 billones adicionales en un contrato de $1,8 billones.
Zoquetes es la exótica palabra que usa el exfuncionario, Luis Guillermo Vélez, para señalar a sus compañeros de EPM que han cometido errores en HI y pide que los saquen de inmediato. Zoquete es aquel que por mucho que se le repitan las cosas no se entera ni entiende. Zoquete es primo hermano de Morrongo. Corresponde al Gerente buscar a los “Zoquetes incompetentes” de EPM que denuncia L. G. Vélez.
Tanta información escondida sugiere que los contratistas, si son culpables, no son solo ellos. Con tantos errores constructivos en Hidroituango, con tantos documentos oficiales invisibilizados en EPM, queda una pregunta: ¿En la conciliación para responder por los $9,9 billones van a llamar también a funcionarios y directivos de EPM? EPM concilia con EPM.