Un nuevo hito para el sistema de pagos
En medio de tantas noticias que copan los medios todos los días en nuestro país, pasó relativamente desapercibido un excelente anuncio del Banco de la República: la primera reglamentación para la interoperabilidad en sistemas de pagos inmediatos de bajo valor.
Aunque suene a un lenguaje técnico reservado para expertos, esta medida puede significar un gran salto de calidad para el consumidor financiero colombiano. ¿Por qué? Porque representaría el comienzo de una nueva era de inclusión y de eficiencia en nuestra vida cotidiana, similar a la revolución que Nu ha atestiguado y de la que ha sido protagonista en Brasil con el sistema Pix.
La interoperabilidad significa que, independientemente de la entidad financiera donde los colombianos tengan sus cuentas, puedan realizar transferencias a cualquier otra cuenta y pagos en tiempo real, en no más de 20 segundos, de una manera sencilla y estandarizada. La posibilidad de usar identificadores como el número de celular o el correo electrónico, y el inicio de transacciones mediante códigos QR, simplificaría este proceso. Se eliminaría la necesidad de recordar y digitar números de cuenta largos y complejos, reduciendo errores y mejorando la experiencia del usuario. Todo esto respaldado por un distintivo gráfico que asegura claridad y confianza en cada operación.
Y si bien es cierto que hoy en Colombia ya existen pagos instantáneos desde el celular, también es cierto que hoy solo se pueden hacer en circuitos cerrados al tener el mismo proveedor de quien hace el pago o a quien le vas a pagar. Con esta reglamentación y una vez esté en funcionamiento no debería importar qué banco o billetera virtual tenga cada usuario, podrá hacer el pago solo con el número celular y recibir o debitar el dinero directamente de la entidad financiera donde tiene sus recursos.
Una plataforma de pagos inmediatos puede transformar la vida de las personas. En Brasil, por ejemplo, Pix ha demostrado ser un catalizador para la inclusión financiera y ha facilitado la vida cotidiana de millones. Déjenme darles dos ejemplos: actualmente 141 millones de individuos y 12,9 millones de comerciantes utilizan Pix. Los brasileños pueden hacer y recibir pagos instantáneos 24/7, sin costos adicionales, sin apps adicionales, con una conveniencia que ya es parte de su día a día. Este sistema no solo beneficia a los usuarios, sino que también impulsa la economía al permitir que el dinero fluya de manera más libre y eficiente.
El reto acá, y hacia adelante, es grande. Al optar por un modelo que construye sobre lo construido y apunta a integrar soluciones y rieles existentes con el sistema público a cargo de Banrep, el camino a la implementación se anticipa complejo. Más allá de lo anterior, la meta debe ser la misma: un sistema de pagos que rompa esos circuitos cerrados, verdaderamente instantáneo, de cero o bajo costo, participación universal, experiencia de usuario unificada y gobernanza imparcial. El modelo está inventado y su éxito está probado: entre más parecido a Pix, mejor.
Nuestra visión en Nu siempre ha sido la de poner al usuario en el centro de todas nuestras acciones. Reconocemos las acciones del Banco de la República y reafirmamos nuestro compromiso de aportar nuestro conocimiento y experiencia para que este sistema sea una realidad.
La era de la interoperabilidad no puede quedarse en promesas. Esperamos que ya con la reglamentación lista, y con las que vengan el otro año, su implementación se pueda dar rápidamente con el compromiso de todos los actores. No hay política pública en materia financiera hoy, a la par de la materialización de las finanzas abiertas, más importante que esta.