Bleisure, una combinación de moda
Hoy el turismo de reuniones, congresos y convenciones (Mice, por sus siglas en inglés), ha diversificado conceptos y formatos. Además de espacios con fácil acceso, tecnología y servicios adecuados es casi un requisito ofrecer experiencias auténticas, diferentes.
Bleisure es una combinación de moda: business o negocios y leisure de turismo de placer. Para los viajeros que participan en esas extensas y extenuantes jornadas de entrenamiento, capacitación, actualización o alineación resultan más interesantes los destinos exóticos, espacios menos convencionales cargados de autenticidad y cercanía a culturas autóctonas, sabores nuevos, entornos agradables y distintos.
Las agencias de viajes reciben día tras día solicitudes más sofisticadas y demandas de experiencias más tangibles, con mucha carga de conocimiento del entorno local, fuerte componente ecológico, interacción con las comunidades del lugar y garantía de comodidad y bienestar. Ha sido progresiva la tendencia a incorporar degustaciones, competencias, deportes, ecoturismo.
Para su catálogo de ofertas los prestadores de servicios más innovadores tienen bien identificados los valores intrínsecos de los destinos y las afinidades de los visitantes, pues entre gustos no hay disgustos o, como dicen los españoles, para gustos los colores.
Los estándares de calidad de las instalaciones que acogen este tipo de eventos van más allá de los ofertantes y sus clientes, incluye, por ejemplo, una óptima conectividad, una apropiada conectividad, buenas vías y vehículos adecuados.
El turismo de reuniones también se flexibiliza para potenciarse, pero lejos de que ello pueda sugerir algún grado menor de exigencia, implica más bien mayores retos en todas las variables para garantizar una planificación estratégica con jornadas perfectamente estructuradas y la combinación de trabajo, entretenimiento, conocimiento, descanso y diversión.
La inversión necesaria en infraestructura, además de la promoción, se complementa con la mejor capacitación de los recursos humanos de los anfitriones para mejorar la captación y reputación del turismo Mice.
No basta, entonces, poner a disposición de los huéspedes lo último en tecnología de punta para garantizar la calidad. Es vital que esta interactúe de forma eficiente y amable con los diferentes perfiles de visitantes, que permita un itinerario sencillo, un programa acorde y una estadía placentera.
No debe dejarse de lado, y ni siquiera minimizarse, el factor humano, sin confundir amabilidad con buen servicio. Conocer muy bien el oficio, hacerlo con convicción y profesionalismo.
Los expertos destacan que la búsqueda de lograr la conexión emocional del turista requiere que se tenga muy presente que las nuevas generaciones aprecian lo que les permite cosechar huellas que perduren.
Y aquí la gastronomía suele ser un diferencial, por la demanda de propuestas culinarias saludables, comida fresca y, en general, alimentos que los active energéticamente en lugar de calorías.
El turismo Mice se ha convertido en elemento dinamizador, porque actúa de forma muy directa en tiempos de baja temporada, aumenta la demanda de los servicios de gama alta y aporta un gasto medio por visitante por encima del promedio. Negocios, tranquilidad y experiencia, el Bleisure, más que una tendencia, una mejor manera de disfrutar