Coyunturas propicias
Buscar oportunidades, identificar oportunidades, aprovechar las oportunidades son mantras que repetimos quienes tenemos la convicción de que el conocimiento y su aplicación amplían las posibilidades y que la inacción conlleva al estancamiento. Las oportunidades suelen ser específicas, coyunturales y efímeras. O como afirma una frase que se le atribuye a un político inglés del siglo pasado: “Las oportunidades son como los amaneceres, si uno espera demasiado se los pierde”.
Hoy tenemos otra oportunidad. La dinámica del comercio internacional en los últimos meses se ha visto afectada ante las constantes disrupciones en las cadenas productivas, un fenómeno que responde en gran medida a la escasez de contenedores, altos costos de transporte y retrasos en las entregas de pedidos, derivando en la escasez de productos relacionados, entre otros, con los juguetes, prendas de vestir, papel higiénico, agua embotellada y comida para mascotas en economías como Estados Unidos. Colombia podría ser un proveedor de oportunidad, pues exporta o ha exportado esos productos a ese mercado.
La llegada de la temporada de fin de año y el incremento sostenido en la demanda de bienes de consumo sugiere retos adicionales para el abastecimiento de las cadenas de suministro.
Actualmente, las exportaciones desde Colombia a Estados Unidos en los productos citados representaron ingresos por US$199,5 millones entre enero y agosto de 2021, de los cuales las prendas de vestir fueron de US$188,6 millones, seguido por el alimento para mascotas (US$5,6 millones), los juguetes (US$3,7 millones), el papel higiénico (US$1,4 millones) y el agua embotellada (US$11.340). Sobre este último solo se registraron pequeñas exportaciones en 2018 y 2021.
En un mundo interconectado por diversas cadenas productivas resulta importante destacar el impacto que tienen las disrupciones económicas en los países, en el caso colombiano se presentan retrasos en la llegada de productos electrónicos, electrodomésticos y automóviles como resultado de las perturbaciones en el flujo comercial y el alto costo de la logística, conduciendo a mayores dificultades para el abastecimiento interno y presiones al alza en los costos de las importaciones.
Las repercusiones en el mercado colombiano se han manifestado en el costo de la logística, que de por sí ya es alta solo moviendo productos del interior hacia las costas y viceversa. Debido a eso hay que evaluar las oportunidades, situarlas dentro de la logística y ponderarlas en el contexto estadounidense, una nación que necesita proveedores cercanos debido a su confrontación comercial con China, a la pandemia y ahora a la coyuntura del transporte y escasez de proveeduría. Si bien nuestra logística es costosa, la cercanía es una ventaja competitiva.
Son datos fríos que por sí solos pueden parecer irrelevantes e invitaría a pensar que la ventaja de la cercanía acabaría con la problemática de la logística, por ello hay que analizarlos de manera permanente porque por lo general hay oportunidades que no identificamos a simple vista.
No podemos perder de vista que en Estados Unidos tenemos el mayor mercado y que si concentramos esfuerzos y obtenemos la información identificaremos productos con ventajas comparativas reveladas. Tenemos que mirar más allá: EE.UU. necesita hoy más que nunca proveedores cercanos, confiables, desde países amigos y con TLC.