Decae el optimismo
El optimismo sobre el crecimiento en 2024 en Estados Unidos está disminuyendo drásticamente, a medida que aumentan los pronósticos de recesión según una encuesta con líderes empresariales elaborada por la publicación Chief Executive y que observa la prevención de un cierto debilitamiento a nivel mundial a medida que las tasas de interés no decaen, los precios de la energía son altos y las expectativas inflacionarias se mantienen.
Y aunque la economía mundial está sujeta a variables coyunturales, la percepción de los norteamericanos es una información que el resto del mundo pondera y considera para sus proyecciones y que tiene impacto directo en Colombia, pues si por allá llueve, por acá no escampa y el optimismo es cada vez más difícil de mantener.
En Colombia sucede algo parecido. El Índice de Confianza Comercial publicado por Fedesarrollo con las percepciones de los empresarios colombianos en agosto refleja una sensible baja del optimismo local. El Índice se ubicó en 12,4%, cayó 9,3 puntos porcentuales menos respecto a julio.
Según la entidad, la baja en la confianza comercial se explicó por la caída en 17,1 puntos porcentuales de las expectativas de la situación económica para el segundo semestre, así como la disminución de 4,1 puntos en la percepción favorable sobre la situación actual de las empresas. Igualmente, afectó negativamente el aumento en 6,7 puntos en el nivel de existencias.
Y aunque es de suponer que el estallido de un nuevo conflicto bélico internacional en el Oriente Medio, sumado al que sigue lejos de resolverse en Ucrania, y a que las tensiones comerciales entre las potencias se mantienen, las expectativas deberán mantenerse a la baja y refleja que vienen tiempos de mayores dificultades. Los índices de percepción suelen ser muy sensibles, puesto que, en junio, tanto en Estados Unidos como en Colombia, las mediciones indicaban un ascenso.
Hace cuatro meses el optimismo entre los directores ejecutivos estadounidenses reflejaba buenos ánimos y expectativas. Hoy, según los empresarios, la idea de una fuerte recuperación económica en el corto plazo se esfumó.
El 58% de los directores ejecutivos estadounidenses cree que el riesgo de que se desarrolle una recesión en 2024 es alto, aunque confían en que su intensidad deberá ser leve. Las tasas de interés y otros factores son demasiado altos para impedir una mayor expansión.
Las expectativas de recesión en 2024 están afectando las previsiones de beneficios para el año. La proporción de directores ejecutivos que esperan que las ganancias aumenten en los próximos 12 meses cayó a 56%.
Estos pronósticos sombríos también están inciden en los planes de contratación y los gastos de capital. Los datos de septiembre muestran que 37% planea aumentar la contratación y el gasto de capital en 2024, frente a un promedio de 45% en agosto.
En general, si bien el panorama no es catastrófico allá ni acá, el freno de mano incide en las proyecciones para 2024, con una situación menos halagüeña en Colombia, donde la política impacta de forma directa y con un gobierno que ofrece pocas certezas a la inversión y al crecimiento del país, clave para cerrar las brechas sociales.