“Oír”, anticipar, adaptar
Cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia por el covid-19, entramos en un punto de inflexión que modificó diversas aristas de la vida tal y como la conocíamos. El eCommerce tomaba un impulso decisivo, las empresas migraban a nuevas formas de trabajar, el relacionamiento se profundizaba en el campo virtual; cambios que hoy parecen cotidianos y que contaron desde el inicio con dos elementos comunes que han transformado nuestra sociedad: la comunicación y la tecnología.
Entendida esta última no solo desde la generación de soluciones revolucionarias como los aparatos inteligentes o el reconocimiento facial; sino, desde los beneficios que puede proporcionarnos para comprender el contexto que nos rodea y, en ese sentido, determinar soluciones de muchas naturalezas, que hoy resultan más relevantes que de costumbre.
Estamos ante un contexto volátil, incierto, complejo y ambiguo que dificulta la anticipación de lo que sucede a nuestro alrededor y la comprensión del qué, por qué, dónde y cuándo de muchas situaciones. Estamos ante un escenario que requiere ir un paso adelante y utilizar las herramientas que tenemos a la mano para entender lo que las personas expresan y necesitan, y responder de acuerdo con sus intereses.
Y es que lograr identificar qué piensan, en qué creen o qué mueve a los líderes del futuro, o saber cómo reaccionan los jóvenes ante una oferta de empleo real, sería de gran utilidad para cualquier organización, pues estos insights le permitirían prepararse y utilizar dicha información en función de su negocio.
Recientemente, en LLYC dimos a conocer los resultados de Future Leaders, un estudio basado en técnicas de procesamiento lingüístico e Inteligencia Artificial sobre contenidos y discursos empleados en las redes sociales por líderes actuales y por una selección de 120 jóvenes menores de 30 años que ya han resaltado por su liderazgo. Analizamos más de veinte mil de sus tuits, post y discursos en redes. Segmentamos, clasificamos y ponderamos más de un millón de palabras.
Descubrimos que los líderes actuales son personas con una gran resiliencia emocional y que se manejan en el mundo de las ideas y la innovación. Por su parte, los nuevos líderes tienen un gran sentido del deber, apertura de mente y tienden a enarbolar ideales abstractos. En cuanto a la utilización de la comunicación, más específicamente de los verbos, identificamos que los líderes futuros hablan con frecuencia de ayudar, compartir, sentir o participar; mientras que los líderes actuales de permitir, ganar, utilizar, significar o parecer.
En esa misma línea, hicimos uso de técnicas de procesamiento del lenguaje natural para comprender la manera en la que los jóvenes reaccionan a las iniciativas de employer branding para identificar oportunidades y áreas de mejora en el trabajo que ya están haciendo los departamentos de RR.HH. en la captación del talento; aunque este estudio está basado en España, sus reflexiones trascienden fronteras.
Estos son solo dos ejemplos de lo que se puede lograr usando la tecnología en función del entendimiento de lo que se transmite, el lenguaje que se usa, las preocupaciones que se manifiestan, los patrones de comportamiento que se crean, las tendencias que están llegando; entender y direccionar los esfuerzos de comunicación hacia dichas dinámicas, representa una oportunidad para que las organizaciones logren anticiparse y construyan confianza entendiendo mejor las expectativas de todos aquellos a quienes se deben.