Las ciudades tendrán una importancia central en el desarrollo del país en las próximas décadas. Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, cerca de 85% de la población vivirá en ciudades para 2050 en Colombia, tendencia que es similar al resto del continente, donde se estima la proporción será alrededor de 90%.
Esto implica que en los próximos 32 años en Colombia llegarán cerca de 20 millones de personas a nuestras ciudades. Es decir, tendremos que darle una mirada más cercana al desarrollo de las ciudades y su contribución, como laboratorio de buenas prácticas, con agendas tan importantes como el cambio climático y la disminución de la pobreza.
Pensarse el alcance de las ciudades en su rol como protagonistas del desarrollo trasciende la delimitación municipal. Es así, como se debe ver los esquemas asociativos como áreas metropolitanas o sistemas de ciudades como una opción a medida que las ciudades se expanden y es necesario su articulación con municipios aledaños.
En el Pacífico colombiano existe uno de esos sistemas de ciudades y tiene a Cali como principal nodo. Cali aporta cerca de 51% de la población del Valle del Cauca y 28% del total de la población de la Región Pacífico (entendida como los departamentos de Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Chocó). Cerca de un tercio de la población que reside en Cali no es originaria de la ciudad, y la mitad de sus residentes provienen de los cuatro departamentos antes mencionados, lo que convierte a Cali en un epicentro de la Región Pacífico
Cabe resaltar que Cali funge como arteria de la Región Pacífico no solo en términos poblacionales. Por décadas, Cali ha sido la ciudad que articula al epicentro portuario del país en el Pacífico (Buenaventura) con el principal epicentro industrial de la región (Cali-Yumbo) y desde hace cerca de medio siglo, también articula al norte del Cauca.
Hoy Cali articula las zonas francas de la región tanto en el Valle como en el norte del Valle. A través de la provisión de servicios conecta a Palmira, Puerto Tejada, Villa Rica, Caloto, Guachené, Miranda y Santander de Quilichao con Buenaventura. Esta relación ha generado servicios en dos vías, por un lado desde la ciudad se ofrecen bienes y servicios complementarios a los diferentes municipios pero a su vez esto ha fortalecido a Cali foco de los clústeres de bioenergía, moda, belleza y cuidado personal, servicios clínicos, macrosnacks y proteína blanca.
Sin embargo, ser la principal ciudad de la región, ha enfrentado a Cali también con grandes retos relacionados con una mayor oferta en salud y educaciòn, la lucha contra la pobreza, la movilidad y la seguridad ciudadana entre otros. Cali ciudad-región al concentrar una considerable parte de la oferta de bienes y servicios, así como contar con diferentes formas de conectividad tanto terrestre como aérea y fluvial (en municipios aledaños) se ha convertido en un punto de convergencia de cultivos ilegales, rutas de narcotráfico y contrabando, así como del aumento de estructuras de crimen organizados, disidencias de las Farc.
Es fundamental que Cali, en su planeación consolide la noción de ciudad-región. En ese orden de ideas, la constitución de Cali como Distrito Especial, Deportivo, Cultural, Turístico, Empresarial y de Servicios no debe dejar a un lado la necesidad de seguir pensando en la constitución del Área Metropolitana junto a Yumbo, Jamundí y Palmira. Asimismo, el próximo POT de la ciudad deberá contemplar soluciones a los retos y problemas comunes derivados de la conurbación con Yumbo, Jamundí y Palmira (transporte, acceso a salud y educación, uso del suelo, vivienda, entre otros.).
El crecimiento de Cali como apuesta regional dinamiza la interacción y el desarrollo con la esfera inmediata de municipios, pero a su vez con el litoral a través de Buenaventura. Es así, como se debe ver a Cali como la ciudad articuladora no sólo del Valle del Cauca, sino del Pacífico Colombiano.