Infraestructura del Suroccidente: Prioridades 2021
La infraestructura es un pilar fundamental para el desarrollo regional en la medida que provee servicios de alto valor para la sociedad. Sus componentes físicos y técnicos son esenciales, pero no se puede perder de vista su principal propósito: mejorar la calidad de vida de las personas, incrementar la competitividad de los sectores productivos y permitir un entorno más sostenible. Por esta razón, para el Valle del Cauca y el suroccidente colombiano resulta estratégico materializar los proyectos de infraestructura en los que se viene avanzando.
Una de las principales apuestas de la región para generar un salto en materia de infraestructura es la Nueva Malla Vial del Valle, que comprende intervenciones en el sur y centro del departamento y el norte del Cauca. El proyecto se adjudicará en mayo de este año y, según la ANI, es la concesión con mayor cantidad de oferentes en la historia de nuestro país. Será el primero del programa 5G en iniciar ejecución y tiene previsto crear alrededor de 32.700 empleos entre directos, indirectos e inducidos. Uno de sus grandes beneficios, es que generará mayor fluidez en los accesos urbanos para los viajes diarios de los ciudadanos, y a su vez permitirá conservar las eficiencias ganadas en los llamados corredores nacionales de competitividad para el transporte de carga.
Dentro de esta categoría de corredores de competitividad se encuentra la anhelada doble calzada Buga – Buenaventura, que es de gran relevancia para reducir costos y tiempos de viaje para al menos 7.900 vehículos que por allí transitan diariamente. Si bien en 2021 finalizarán los 8,5 km que viene ejecutando el Invias, es urgente que inicie la licitación de la concesión que completaría los 32 km faltantes en doble calzada. Este corredor será determinante para mejorar los márgenes comerciales de las empresas, la movilidad de los habitantes y el flujo de visitantes a los atractivos turísticos del Pacífico.
En la misma línea, está el Corredor Cali – Rumichaca que representa una contribución muy significativa para fortalecer el comercio doméstico y aumentar la intensidad comercial con Ecuador, único mercado vigente con conexión terrestre. Para dimensionar el impacto del proyecto: en 2019 este país representó para Colombia el cuarto destino en exportaciones, de las cuales alrededor de 70% se realizó por carretera.
Ante la relevancia del corredor, es crucial en 2021 iniciar obras en la Vía 4G Santander de Quilichao – Popayán y estructurar Popayán –Pasto. Se estima que la consolidación del corredor completo entre Cali y Rumichaca generaría $360.000 millones de beneficios por año, representados en la disminución de costos de operación vehicular, reducción de tiempos de viaje y mayores expansiones productivas.
En la región, también contamos con dos importantes proyectos de movilidad urbana que ya avanzan:el Tren de Cercanías del Sur del Valle y la Troncal Oriental del Sistema Integrado de Transporte Masivo – MIO en Cali. Estos proyectos son una apuesta ambiciosa para incrementar la participación del transporte público, adoptando nuevas tecnologías, con integración física, tarifaria y operacional, y mayor uso de fuentes renovables.
El tren de cercanías, que está iniciando los estudios de factibilidad, ahorraría en tiempos de viaje en hora pico, cerca de 1.165 horas para el conjunto de usuarios del transporte público, con la ejecución del primer tramo entre Cali y Jamundí. Así mismo, la consolidación de dicho tramo reduciría más de 12.500 toneladas de emisiones de CO2 por año, de acuerdo a las estimaciones de la prefactibilidad.
Los beneficios son evidentes y los avances también. Sin embargo, muchos de estos proyectos apenas están en fases de estructuración, y otros tienen prolongados tiempos de preconstrucción. Un ejemplo es la vía Mulaló – Loboguerro, adjudicada en 2014 y que aún no inicia construcción. Por esto, el llamado al Gobierno Nacional es seguir trabajando de la mano con la región en el avance de esta agenda, fundamental para el Suroccidente, pero sobre todo para Colombia.