Analistas 08/05/2024

País sin memoria

Maritza Aristizábal Quintero
Editora Estado y Sociedad Noticias RCN

En esta columna muy poco espacio quedará para la opinión. Será un simple ejercicio de memoria, incómodo para algunos y valioso para otros, con los escándalos y las polémicas que vienen sacudiendo al país a la luz de este gobierno, o, a la sombra. Es que han sido tantos y tan recurrentes que se nos están olvidando. Aunque muchos son fruto de la desidia, la ineptitud o la terquedad ideológica, otros son verdaderos casos de corrupción con ríos de plata y maletines que han comprado conciencias.

Arrancamos con algo que fue polémico en su momento pero a la larga quedó en un simple corto circuito: la declaración en septiembre de 2022 de la MinMinas hablando del decrecimiento económico.

En enero de 2023 se publicó un informe con graves errores técnicos sobre las reservas energéticas del país, todo derivó en la renuncia de la viceministra Belizza Ramírez.

El 5 de abril Hollman Morris, denunciado por acoso, fue nombrado subgerente de Rtvc. Muestra de qué los escándalos se diluyen, hace algunos días se convirtió en gerente.

El 16 de abril estalló el escándalo del “Pacto de la Picota” que involucra a Juan Fernando Petro, hermano del Presidente.

El 27 de abril, entre pujas internas por el texto de la reforma a la salud, el Presidente releva 7 de sus ministros.

En mayo, el país conoció el testimonio de Marelbis Meza la exniñera de Laura Sarabia; fue sometida al polígrafo y luego chuzada. Un capítulo tan oscuro que terminó en el suicidio del coronel Dávila.

En junio los audios de Benedetti con Sarabia. “Te juro nos hundimos todos”, sentenció.

En julio la Cancillería suspendió la licitación para los pasaportes. Seis meses después fue suspendido el canciller Leyva.

También en julio renunció Irene Vélez al Ministerio de minas acusada de tráfico de influencias.

En agosto fue detenido Nicolás Petro, el hijo del Presidente, acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.

Ya este año empezamos con la noticia de qué, por un error ridículo, Colombia perdió la sede de los juegos panamericanos.

A finales de enero se conoció el aporte no registrado de Fecode a la campaña. $500 millones.

El 15 de marzo el Presidente lanzó su inquietante y peligrosa idea de una Constituyente.

El 21 de marzo fue la sorpresiva declaración de Iván Mordisco quien dijo que las disidencias apoyaron la campaña de Petro.

El 3 de abril empezaron las intervenciones a las EPS. Primero Sanitas después Nueva EPS.

A mediados de abril el escándalo por la supuesta financiación de Daily Cop, una empresa de Criptomonedas, a la campaña Petro.

En el hervor de ese escándalo, el presidente Petro salió a marchar el primero de mayo y beligerante anunció el rompimiento de relaciones con Israel.

Llegamos a los carrotanques de la Ungrd, los maletines con plata y la compra de conciencias.

No me alcanzan las líneas para contar las infinitas desapariciones del Presidente, al lado de su acuciosa agenda internacional y sus múltiples encuentros con Maduro. Tampoco puedo enumerar los polémicos nombramientos diplomáticos que pasan por Moises Ninco, Irene Vélez o Armando Benedetti. Y me saltó las polémicas por las designaciones a la primera dama o los abusos de poder de la SIC.

Muchos pensarán que este es un excesivo escrutinio al gobierno, otros que me quede corta. Sea loque sea, no nos conformemos con la frase lastimera de “Colombia país sin memoria”.

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