A propósito de la Misión de Crecimiento Verde
En buena hora el Gobierno Nacional en cabeza del Departamento Nacional de Planeación, dio inicio al trabajo de la Misión de Crecimiento Verde constituida por 21 expertos nacionales y extranjeros representantes de centros académicos, organismos internacionales y de la consultoría nacional.
La diversidad y amplitud de los temas exigen a la Misión, priorizar la definición de políticas, programas, normas y reformas institucionales en un país de gran rezago rural y tan diverso por cantidad y tipos de recursos naturales en los distintos territorios nacionales.
La priorización de temas es indispensable, en tiempos en que el país se enfoca a la reducción de la brecha que afecta al campo. Indicadores como el de la pobreza multidimensional que en las zonas rurales llega al 44,1% y en lo nacional en el 21,9% según datos del Dane del 2014 deben superarse.
Si bien es importante que se reduzca el impacto de fenómenos de variabilidad climática en el PIB nacional, debido a la pérdida del 0,49% anual por su impacto en el transporte, la riqueza forestal, la pesca, la ganadería y la agricultura, es perentorio ofrecer propuestas para factores del desarrollo especialmente en las zonas rurales. Precisamente, un informe de Greenpeace sobre el estado de los páramos en el mundo, advierte que en Colombia se encuentra el 49% de estos, un dato que debe comprometernos con su cuidado y conservación.
Los riesgos del cambio climático en la economía campesina, la agricultura, la biodiversidad, los bosques, la pesca pesan poco en el PIB, pero mucho en las condiciones de pobreza del campo. La escasez del recurso hídrico en las veredas del 60% de los municipios del país es un factor de profundización de la pobreza de una economía de pancoger y de pequeña propiedad agrícola. El 30% de la población que vive en el campo demanda una agenda de “Desarrollo Verde”.
En síntesis, conviene examinar rápidamente los ejes de trabajo definidos
Ejes de trabajo de la Misión de Crecimiento Verde
1. Aumentar la productividad del agua, el tratamiento de aguas residuales y el reúso. La productividad del agua se da en procesos donde hay acceso a esta sea como recurso natural o potabilizada para consumo humano. Políticas de Desarrollo Verde deben considerar el aumento de la oferta hídrica en zonas donde esta escasea y que son más afectadas por las sequías. Estas zonas también carecen de instalaciones de saneamiento básico que se convierten en factor de contaminación de los ríos de bajo caudal. Es la oportunidad para invertir en infraestructuras de captación donde el reuso sea parte de una cultura de ahorro.
2. Incrementar la productividad agropecuaria y mejorar indicadores de Crecimiento Verde. Sólo el 14% de las tierras con demandas de riego son atendidas con infraestructuras para este fin. Todo indica que para un Desarrollo Verde del campesinado es importante dotar de distritos de riego y/o embalses con capacitación y acompañamiento a los pequeños agricultores y ganaderos. Deberá considerarse la seguridad alimentaria de la población rural.
3. Incrementar las energías renovables no convencionales y la eficiencia energética al 2030. Muchas zonas rurales no se encuentran interconectadas con el sistema eléctrico nacional y los costos de acceso son altos. En consecuencia, las energías alternativas y no convencionales se colocan a la orden del día. Estos sistemas deben ser operados por las comunidades. Esto significa poner en marcha programas de asistencia técnica, capacitación y aprovechamiento y reglamentar la ley 1715 de 2014 sobre energías no convencionales. Igualmente mejorar los incentivos en investigaciones en ciencia y tecnología e innovación.
4. Aumentar la eficiencia en el uso de materiales y el aprovechamiento de residuos hacia una economía circular. Parte integral de la pobreza es el reúso, el reciclaje de materiales y bienes. Los campesinos son los maestros de la economía circular. Se trata entonces de aprovechar esta cultura y adecuarla al esperado incremento de los ingresos de la población campesina. Esto implica la expedición de normas que obliguen a las industrias de empaque y envases a usar materiales amables con el ambiente y faciliten el reúso.
5. Posicionar la bioeconomía para impulsar el crecimiento y la diversificación de la economía. La bioeconomía es una escuela que maneja principios y conceptos complejos pero que precisamente destaca la importancia de factores de desarrollo social y económico bastante distantes de los conceptos de Crecimiento. Las zonas rurales del país donde los indicadores sociales son más precarios son por lo general ricas en biodiversidad pero carecen de acceso a la ciencia, la tecnología y menos aún cuentan con posibilidades de innovación.
6. Fomentar la economía forestal derivada del aprovechamiento sostenible de plantaciones forestales y bosques naturales. Este es quizás uno de los mayores retos de la Misión de Crecimiento Verde si nos atenemos a la deforestación del país por efecto de la explotación de bosques naturales, de minería ilegal, la ganadería extensiva y un campesinado pobre que ante la falta de energía y materiales de construcción es depredador de bosques. Es de recordar que entre 1990-2010 Colombia perdió seis millones de hectáreas de bosques, al tiempo que en el informe de Greenpeace “páramos en peligro” recuerda que en nuestro país se encuentra el 49% de estos (ver gráfico).
La Misión debe preparar las propuestas para la inclusión de Desarrollos en Ciencia, Tecnología e Innovación y en el diseño de instrumentos tecnológicos que faciliten el logro de metas en los distintos temas trabajados en los ejes temáticos.
El facilitar el acceso a ciencia, tecnología e innovación y a los instrumentos tecnológicos tendrá que soportarse en las administraciones descentralizadas que poco se han preocupado por sus zonas rurales. Esto significa un trabajo sobre las administraciones departamentales y municipales que deberán jugar un papel fundamental en la multiplicación y adaptación de estos instrumentos a los distintos territorios locales.
La Misión de Crecimiento Verde debe volcarse sobre temas de Desarrollo Verde y proponer inclusive, reformas institucionales que como la creación de la Agencia Nacional del Agua sean el instrumento para apoyar los procesos territoriales y coordinar las intervenciones que deberán proponerse en los seis ejes de trabajo.