La Transformación Digital en el Estado Colombiano empezó con este siglo a través de la Agenda de Conectividad del año 2000 para promover la amplia adopción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sector público. A partir de esta iniciativa, la legislación evolucionó hacia la difusión del uso de la tecnología en el sector público con el objetivo de mejorar la prestación de servicios a todos los ciudadanos. En el año 2010, y avanzando al mismo ritmo de la revolución tecnológica, la Agenda de Conectividad fue transformada en un programa de gobierno electrónico y clasificada como de importancia estratégica.

Como resultado de la implementación de estas políticas Colombia ocupó el tercer lugar en el índice de Gobierno Digital de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) de 2019, después de la República de Corea y el Reino Unido. Son los únicos países con una puntuación de índice superior a 0,7. En el informe de la Ocde se afirma que estos tres países, así como Canadá, Dinamarca y Japón, han construido bases y estrategias a largo plazo para su transformación digital.

El uso de la tecnología con fines de formalización se remonta también a la Agenda de Conectividad. A lo largo del siglo se han desarrollado cinco herramientas para gestionar la formalización. Dos para la formalización laboral -el pago electrónico a la seguridad social llamo Pila creado en 2004 y el Sistema de Afiliación Transaccional SAT que se empezó a crear en el 2015- y tres para la formalización empresarial, una de las cuales - la Ventanilla Única Empresaria VUE - es para el proceso multidimensional de formalización y las otras dos se aplican al sistema tributario: el recibo electrónico y el Régimen Simple de Tributación.

La VUE es una plataforma para promover la formalidad empresarial. La política define la formalización como un proceso multidimensional y gradual que abarca las dimensiones de inscripción, tributación, aportes y producción. Para abordar este fenómeno de forma exhaustiva se adoptó una política interinstitucional en torno a tres objetivos estratégicos: la reducción de la carga reglamentaria sobre las empresas formales, el apoyo a las empresas para promover su desarrollo y formalización, y el fortalecimiento de las actividades de inspección, vigilancia y control. En paralelo se implementaron otras formas de e-formalización que luego se unieron a la VUE: la digitalización de otros procedimientos tributarios de la Dian y la regulación de la interoperabilidad para facilitar el registro, la actualización y la cancelación del número de identificación tributaria (Registro Único Tributario-RUT).

El Estado colombiano ha avanzado en la transformación digital para apoyar las gestiones del ciudadano, en este caso para la formalización. Son herramientas que facilitan los trámites, que recogen información, cada vez más importante en esta era de inteligencia artificial, y que permiten hacer la trazabilidad para el cumplimiento de las normas. Es necesario seguir avanzando con herramientas modernas que ayuden a reducir la tramitología y, sobre todo, a aumentar la competitividad. Colombia ocupa el lugar 67 entre 190 países en el índice Doing Business del Banco Mundial.