Las Secretarías de Desarrollo Económico y de Integración Social de Bogotá me invitaron a la presentación del programa económico y de empleo de Bogotá. Su nombre es Talento Capital. El diagnóstico del reto que la alcaldía quiere resolver es claro: desempleo por encima de 10% en los últimos 7 años e informalidad mayor a 30%. Bajo el enfoque de género la brecha entre la participación laboral masculina y la femenina es de 16 puntos porcentuales. La recuperación de la ocupación de los jóvenes ha sido más lenta y no ha alcanzado los niveles pre-pandemia. Por otro lado, para los empresarios, dos de las razones más importantes para no llenar sus vacantes son la escasez de postulantes y candidatos sin las competencias y habilidades necesarias.

El objetivo de Talento Capital es articular la oferta y la demanda laboral. Es decir, que las personas que buscan trabajo y los empleadores que buscan trabajadores se encuentren, y que estos encuentros ayuden a las personas a conseguir empleo y a los empleadores a conseguir los trabajadores con las competencias necesarias. Un segundo objetivo muy importante que plantea Talento Capital es mayor productividad laboral. Con mayor productividad todos ganan en Bogotá. Las personas que están desempleadas consiguen empleo, además, si son productivos los salarios pueden ser más altos. Por el lado de las empresas, trabajadores más productivos las pueden ayudar a crecer y desarrollarse, y la economía bogotana se fortalece.

Talento Capital da un paso más allá. No solo plantea los objetivos, también plantea una ruta de tres pasos con los que planea lograrlos: el primero, con una meta de 209.000 personas, es la formación para el trabajo adaptada a la medida y pertinencia de las necesidades del aparato productivo. Los otros dos son la intermediación de la Agencia Distrital de Empleo que busca generar 300.000 remisiones de hojas de vida con el objetivo de reducir tiempos y costos en procesos de reclutamiento y selección, y la colocación con el objetivo de lograr 200.000 contrataciones laborales. Además, los jóvenes vulnerables tendrán una ruta de formación e inclusión laboral acompañada con transferencias monetarias condicionadas, programa coordinado entre la Secretarías de Integración Social y de Desarrollo Económico.

Bogotá se encuentra entre las ciudades con menor pobreza monetaria y multidimensional del país. Aunque parte de sus esfuerzos deben centrarse en seguir reduciéndola, que la alcaldía muestre que entre sus prioridades está el empleo indica que entiende que el siguiente paso después de salir de la pobreza es generar ingresos para mantenerse fuera de ella. Al sumar la productividad, está diseñando un plan integral en el cual gana la ciudad, con un fuerte impacto social -la generación de empleo formal- y económico -la productividad en las empresas. Talento Capital es un programa potente.

Dos recomendaciones para el programa. Por un lado, incluir la formación dual, en la cual el joven aprenda la teoría en las aulas y haga la práctica en las empresas, y eventualmente los más productivos queden contratados. Por otro, identificar y tener en cuenta no solo las empresas sino también los eslabones de las cadenas productivas de la ciudad. Por ejemplo, desde las señoras que cosen con las máquinas de coser en sus casas, hasta la venta en los grandes almacenes de ropa.