¿Cómo deben ser los nuevos liderazgos?
Teach For All (enseña a todos) es una red sin ánimo de lucro que agrupa a 61 organizaciones en 18 países - de los seis continentes - cuyo objetivo es el de formar líderes que construyan un mejor futuro para ellos y todos.
Pablo Navas, presidente del Aspen Institute en Colombia, me envió un interesante documento que contiene 28 ensayos escritos por sus directivos, profesores, exalumnos y actuales estudiantes, respondiendo una gran pregunta: ¿Qué clase de liderazgo necesitamos? He escogido algunos fragmentos de las respuestas (no están en orden de importancia) que me llamaron la atención por su novedad o porque enfatizan cualidades y tareas que juzgo claves en estos momentos tan complejos que vive el mundo entero:
• Para superar el “déficit de pensamiento” hay que reflexionar desde nuestras fortalezas, no limitados por nuestras debilidades.
• Los diálogos entre líderes no pueden seguir siendo un intercambio de trinos ; deben ser conversaciones profundas en las que se escuchen con atención los diversos puntos de vista. De esa manera se construye confianza y se aumenta la probabilidad de llegar a acuerdos.
• Las denominadas por el filósofo Baruch Spinoza “emociones tristes” ( rabia, odio, sed de venganza, envidia, miedo, etc.) deben ser reemplazadas por emociones positivas (esperanza, entusiasmo, optimismo, confianza, etc.) para que las conversaciones entre todos sean fructíferas, en vez de exacerbar la nociva polarización.
• Para poder enfrentar con éxito los enormes desafíos de la sociedad actual, los líderes tienen que salirse de su “zona de confort” y ejercer un liderazgo valiente. Sin coraje y sin audacia seguiremos remando en círculos…o retrocediendo.
• Hay que impulsar el liderazgo comunitario - en las localidades, para atender sus necesidades específicas, en vez de resignarse a seguir esperando que todas las soluciones vengan de los líderes regionales o nacionales.
• Necesitamos líderes humildes y vulnerables, que reconozcan que no lo saben todo y que necesitan ayuda para resolver los problemas. La humildad y la vulnerabilidad no se deben interpretar como debilidades sino como fortalezas.
• Los mejores líderes practican la llamada “propiedad extrema” que significa que responden no solo por lo que controlan directamente sino que además se apropian -en la medida de lo posible- de lo que no está bajo su dominio pero sobre lo cual pueden influir.
• La misión más trascendental que deben tener los líderes actuales en todos los lugares del mundo debe ser la de crear oportunidades de educación y trabajo para los jóvenes.
• Bueno este acrónimo en inglés de Team (equipo) : Together Everyone Achieves More ( juntos todos logramos más).
• El poder verdadero no lo tiene el que posee el título formal de líder sino el que logra transformaciones positivas concretas.
• No hay que esperar a que los niños sean adultos para reconocer su liderazgo; desde temprana edad se deben apreciar sus aportes al bienestar común.
• Destaco esta muy importante reflexión de la educadora Peggy O’Mara : “La forma en que les hablamos a nuestros hijos se convierte en su voz interior para el resto de sus vidas”.
• Cierto esto que afirma el profesor portugués José Pacheco: “Los maestros en realidad no enseñan lo que ellos o ellas dicen sino lo que son”.
Para finalizar, comparto esta crucial pregunta - que nos sugiere hacernos Elisa Adler, cuya respuesta enriquecerá mucho nuestro liderazgo para encarar futuros retos : ¿Qué nos hizo fuertes en nuestros momentos más débiles?