Se debe recuperar la visión integral de la salud pública
Para continuar con el ejercicio de seguimiento que desde Anif hemos realizado al desarrollo de la pandemia en Colombia, en este comentario revisaremos el impacto desigual de las medidas restrictivas sobre la población vulnerable y el aumento en el rigor de las nuevas restricciones. Para abordar y contextualizar las temáticas, en la primera sección presentamos los datos más recientes de la situación epidemiológica, con especial énfasis en las locaciones más activas. En la segunda parte, damos cuenta de las cifras nacionales y de cómo se relacionan con las estrategias restrictivas. Además, hacemos un análisis de cómo las restricciones han impactado la economía, en particular en Bogotá. Finalmente, en la última sección se presenta un análisis del estado actual del Plan Nacional de Vacunación.
Situación epidemiológica
Al revisar el panorama nacional por regiones, queda claro que la región Andina norte empieza a mostrarse más activa. Mientras tanto, la región Caribe continúa confirmando el descenso que habíamos previsto desde finales de marzo.
Pese a que los datos que se han acumulado con el pasar de las semanas demuestran, en el caso de la región Caribe, una clara mejoría, la decisión de los gobiernos locales ha sido incrementar el rigor de las restricciones. Una decisión incomprensible. Por otro lado, la región Andina sur, pese al pequeño repunte que presentó, ya se encuentra también en descenso desde hace varias semanas.
Al analizar con más detalle la región Andina norte (ver gráfico), se observa que el incremento de casos se encuentra situado en Bogotá, Antioquia y Valle. Sin embargo, el número reproductivo básico, que da cuenta del nivel de transmisión, en Bogotá se encuentra estable, mientras que en Medellín y Cali ya está en descenso.
Así que lo esperado sería ver un panorama favorable en estas tres locaciones que, tal como pasó con Magdalena y Atlántico, difícilmente podría relacionarse causalmente con las medidas implementadas por alcaldes y gobernadores. En cuanto a mortalidad, Atlántico nuevamente se ha mostrado como uno de los departamentos con peores resultados.
La variante británica
Por otro lado, el Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Salud dieron a conocer que se habría detectado la variante B.1.1.7., también conocida como variante británica, en dos casos en Caldas. Posteriormente, el gerente del Hospital Santa Sofía de Manizales, Carlos Piedrahita, detalló que las muestras en las que se detectó fueron tomadas en el mes de febrero.
Para dar un mejor panorama de la nueva variante, que fue catalogada como “de preocupación” por el CDC de Estados Unidos, analizamos su origen y algunas de sus características. La variante B.1.1.7. fue detectada por primera vez el 20 de septiembre en el condado de Kent.
Pese a que se volvió dominante en varios países como Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca, no mostró ser un problema mayor a las variantes ya circulantes. En algún momento se pensó que podía conllevar una mortalidad más alta, pero los estudios observacionales recientes no han hallado un riesgo de muerte mayor, ni síntomas más graves, duraderos o una mayor probabilidad de reinfección. Se ha hablado de la posibilidad de que los informes tempranos podrían haber incurrido en sobreestimación.
Es importante que los gobiernos locales tengan en cuenta que no es necesario aumentar el rigor de las restricciones ante las variantes de interés ni ante las variantes de preocupación. Sin embargo, algo que no deja de ser esencial es que, como ciudadanía, apliquemos de manera adecuada y pertinente las medidas de protección y autocuidado.
Impactos de las restricciones masivas en la situación epidemiológica de Bogotá
Como hemos señalado en informes anteriores, las restricciones han tenido un impacto desigual sobre las diversas poblaciones del país. Queremos profundizar en ese fenómeno así que vamos a analizar la evidencia más reciente que se tiene sobre la efectividad de las restricciones masivas en otros lugares del mundo, junto con un reciente estudio que la Universidad de los Andes publicó con respecto a la ciudad de Bogotá y el impacto de las cuarentenas.
La efectividad de las cuarentenas generales todavía no se ha comprobado. De hecho, algunos estudios que intentaron identificar sus beneficios se toparon con que no eran del todo claros. Un estudio de la Universidad de Edimburgo, basado en el modelo de Imperial College, señaló: “El modelo predijo que el cierre de escuelas y el aislamiento de los más jóvenes aumentarían el número total de muertes [Rice, K. et al (2020)”].
Además, no hay evidencia suficiente que demuestre que las restricciones masivas tienen mejores resultados que medidas focalizadas.
Sin embargo, sobre sus impactos negativos contamos con buena documentación. Por ejemplo, sabemos que las consecuencias de las cuarentenas en términos de ingresos se han sentido más en los hogares de menores ingresos, pero también que la acumulación de casos de contagio se ha concentrado en esos segmentos de la población.
Si nos enfocamos en los datos de covid-19 para Bogotá, una de las ciudades que con mayor rigor ha implementado medidas no farmacológicas, podríamos decir que las estrategias de mitigación han terminado por enfocar el daño en los sectores más vulnerables de la población, mientras los probables beneficios se verían sólo en los sectores de ingresos altos que han podido permanecer en aislamiento.
Estas consecuencias fueron advertidas por diversos expertos y el resultado de un mayor porcentaje de casos acumulados y muertes en las poblaciones más vulnerables es claro.