Quienes nos dedicamos a la política y, además, tenemos aspiraciones de poder debemos perder el miedo a las propuestas que a priori parecen ser impopulares. Colombia Federal hoy puede sonarle raro o disparatado a los amantes del centralismo, pero sin duda es una posibilidad viable y que nos llevaría por la senda del desarrollo de una forma rápida y más organizada.
Hemos logrado poner esta opción sobre la mesa y sin ánimo de minimizar a sus contradictores, las voces que la apoyan son más. Ser mejores como país, más eficientes, autónomos y con la capacidad de focalizar nuestras capacidades en cada territorio y desarrollar las potencialidades con las que cada uno cuenta es una visión digna de poner en marcha.
Colombia es un país con una diversidad cultural, étnica y geográfica única, la misma que, sin duda, en 137 años ha sido un factor que ha jugado en contra de la gestión centralizada de los gobiernos que hemos tenido desde que entrara en vigencia la Constitución de 1886. En su gran mayoría han sido incapaces de entender las particularidades de cada departamento, su idiosincrasia, sus anhelos. Colombia merece más. Los colombianos merecemos más.
Más allá de las reformas que implique federalizar a Colombia, es absolutamente claro y evidente que un país como el nuestro puede ser mejor gestionado si se descentraliza el poder y se otorgan mayores atribuciones a los estados que lo integran.
Seguir tomando decisiones desde los escritorios de la capital sin tener en cuenta las reales necesidades y expectativas de los territorios, es un error que se comete todos los días, pero que podemos detener si transformamos nuestro modelo y le permitimos a cada región que sea autónoma y decida lo que considera es mejor en temas como la educación, la salud, la seguridad, la justicia, entre otras.
Antioquia, en el que vivimos 6,7 millones de personas, en caso de funcionar como un Estado, tendría un PIB de US$40.198 millones, superior la suma del PIB de la Región Pacífica, (Chocó, Cauca, Nariño y Valle del Cauca) y solo superado, apenas por US$828 millones, por el PIB de la Región Caribe, (Atlántico, Bolívar, César, Córdoba, La Guajira, Magdalena, San Andrés y Providencia y Sucre).
Federados, los antioqueños tendríamos una mayor participación ciudadana en la gestión del gobierno y en la toma de decisiones que afectan directamente nuestras vidas. Además, este modelo, fomenta la competencia entre los estados, lo que puede llevar a un aumento de la eficiencia y la productividad.
Nuestro departamento está lleno de gente trabajadora, luchadora y comprometida con su tierra que merece vivir en mejores condiciones. Cada rincón de nuestra tierra está impregnado del esfuerzo por las ganas de crecer y mejorar, propias de nuestro ADN. Nuestro sueño por una Antioquia libre y federal, es un sueño lleno de alegría, esperanza y amor por nuestra tierra. Hagámoslo realidad.