Lograron el “pupitrazo” de la tributaria. Fue aprobada en primer debate prácticamente sin modificaciones, sin mayor análisis, sin discusión, sin escuchar a gremios y ciudadanos. Aquí les contaré la verdad a los colombianos. Saquen sus propias conclusiones.
El senador Gustavo Bolívar saltó a defender al gobierno y la aprobación de esta inconveniente reforma que aumentará el desempleo, la pobreza y la inflación argumentando según él, que esta reforma se “debatió dos meses de lunes a jueves”. Agregó que recorrimos Colombia discutiéndola y aseguró que escuchamos a 80 gremios. Dijo que la votación duró nueve horas y que yo hablé 14 veces (105 minutos). Bolívar termina diciendo que cuando ellos eran oposición, nunca los dejaron hablar dos veces.
En primer lugar, debo decir que toda la discusión, estudio o debates públicos fueron sobre el texto original de la reforma radicado el 8 de agosto y no sobre la ponencia elaborada por el gobierno que se puso a discusión en la comisión esta semana. Repito, el texto discutido durante dos meses al que hace referencia el senador gobiernista es el texto original, no el articulado propuesto para votación. Esta nueva ponencia, de los 69 artículo originales, 50 tuvieron modificaciones y fueron incluidos 16 artículos nuevos. Esto quiere decir que el gobierno aterrizó a última hora con un texto completamente nuevo que se puso a votación solo 36 horas después de haberse publicado. Conveniente, ¿no?
En segundo lugar, asegura Bolívar, el defensor de Petro, que debatimos de lunes a jueves por dos meses. Eso es absolutamente falso. Con esa afirmación se manipula a los colombianos. Lejos de debatir cuatro días a la semana por dos meses, el gobierno tuvo solo 8 reuniones con los ponentes y no con la totalidad de los integrantes de las comisiones. Como si fuera poco, fueron discusiones informales, no debates. Ojalá hubiéramos debatido todo lo que asegura el senador.
En tercer lugar, afirma Bolívar, que recorrimos Colombia discutiendo la reforma. Eso es falso. Solo hubo tres audiencias públicas en región, una en Barranquilla, otra en Cali y la última en Cúcuta. Nadie podría pensar que ir a tres ciudades sea recorrer Colombia discutiendo la reforma.
Hace unos días, Bolívar y sus compañeros aseguraban que el trámite que estaban dándole a la reforma, era el mismo que los gobiernos pasados utilizaban. Es decir, argumentaban que, si otros lo hicieron, ellos por qué no. Incoherente que el gobierno del “supuesto” cambio se justifique con las mismas prácticas que criticaba en el pasado.
Me cuestiona por haber hablado 14 veces y asegura que ellos cuando eran oposición no tenían esa oportunidad. Por un lado, ellos no hablaban porque se salían de los debates y en vez de estar en las sesiones argumentando, estaban en las calles incendiando el país. Por otro lado, que yo haya participado más de 100 minutos en esta discusión, no implica que el debate haya sido democrático, implica que yo no estaba dispuesto a rendirme y a renunciar a la defensa del sector productivo y de los 10 millones y medio colombianos que no votamos por Petro. Propuse votar individualmente los artículos, propuse escuchar a los ciudadanos y gremios, y propuse aplazar la votación. Todo lo negaron.
Entre otras cosas, no se nos puede olvidar que el Senador Bolívar tiene un gran talento para crear historias, para la dramaturgia y las telenovelas.
¡Ojo colombianos!, tenemos que estar más alerta que nunca. Lo que viene es la defensa de la democracia y exige que no comamos cuento.