Modificar la regla fiscal podría quebrar el país. Ésta fue la propuesta del director del DNP para aumentar el gasto público con el supuesto propósito de financiar la transición energética, lo que desató una tormenta que obligó al gobierno a recular.
El ministro de Hacienda aseguró que por ahora no va a modificar la regla fiscal. Sin embargo, sus acciones no corresponden a sus declaraciones. Para ser más explícito. El gobierno puede modificar la regla fiscal vía una ley, o romperla con decisiones fiscales.
El Comité Autónomo de la Regla Fiscal, un organismo técnico e independiente adscrito al ministerio de Hacienda, alertó sobre las cuentas alegres que está haciendo el gobierno en el Presupuesto General de la Nación para 2024, donde sobrestiman ingresos para aumentar el gasto en $80 billones, lo cual podría llevar a incumplir la regla fiscal.
Por ejemplo, el gobierno estima que se van a obtener $15 billones por acuerdos jurídicos entre la Dian y las personas en litigios tributarios, un ingreso que nunca se ha contemplado en presupuestos anteriores. Estos ingresos son, además de inciertos, temporales, porque en el mejor de los casos se obtendrían en 2024 pero ya no los tendríamos en adelante.
Además, este Comité estima que los ingresos que tiene presupuestado el gobierno por $13 billones debido a la anti-evasión y eficiencia de la Dian, están sobreestimados y existen dudas sobre este monto.
Para rematar, preocupa que una de las fuentes de ingreso llamada “Otros Recursos de Capital” estime ingresos por $29 billones, pero no se sabe de donde provienen.
Es decir, el gobierno contempla fuentes de financiación y de ingresos dudosas e inciertas. Lo que llevaría a uno de dos caminos: a que el gobierno se quede sin recursos y deba suspender gastos; o, que se incumpla la regla fiscal y se endeude el país de manera insostenible.
Si el gobierno insiste en incluir estos ingresos, la ruptura de la regla fiscal es prácticamente un hecho. La quiebra del país está a la vista y representa un costo para todos los colombianos.
Si el país entra en default, como técnicamente se le llama a la quiebra de los países, el gobierno no tendrá como pagar la deuda lo que desacelerará la economía, habrá menos empleo, más pobreza, la devaluación del peso sería drástica y con ello el costo de vida se dispararía.
Lo anterior sin contar la disminución de recursos para los programas sociales. Cerca de $100 billones en el presupuesto se obtienen a través de deuda. Si se incumple la regla fiscal o no se paga la deuda, pasarán dos cosas: o nos prestan esos $100 billones o nos toca pagar más por esa deuda.
Nota: Colombia ha tenido un desempeño macroeconómico y fiscal sobresaliente en los últimos 120 años. Solo ha tenido cuatro años de crecimiento negativo, no ha pasado por un default desde 1945 y no ha tenido ningún episodio de hiperinflación, mientras que los demás países de la región han tenido entre 16 y 36 años negativos con recesiones, han tenido que estructurar su deuda entre 2 y 9 veces y han experimentado entre 1 y 15 episodios de hiperinflación.
No podemos perder la credibilidad que por décadas hemos construido. Por eso el gobierno debe ajustarse a la regla fiscal y entender que por encima de su proyecto político está la responsabilidad con los colombianos que pasaron, los que están y los que vienen.