Petro llegó a la Presidencia ofreciendo oportunidades para los jóvenes, pero con la tributaria está condenándolos al desempleo y a la informalidad. Ante el desempleo juvenil y la crisis económica que se prevé para el próximo año, es inaudita una reforma que haga casi imposible conseguir un trabajo o iniciar un emprendimiento.

El Presidente de manera caprichosa ha emprendido una campaña en contra del sector productivo, desconociendo que los comerciantes, los emprendedores, los industriales y en general los empresarios, representan la principal fuente de empleo. En Colombia, la superación de la pobreza durante los últimos 20 años se explica en 72% por el crecimiento económico, lo que se traduce en más oportunidades.

A pesar de que Colombia es el tercer país de la Ocde con el mayor desempleo juvenil con una tasa superior a 18%, solamente superado por Costa Rica y Grecia, siendo las mujeres las más afectadas con un desempleo de 23%, este gobierno insiste en hostigar el emprendimiento y las empresas de base tecnológica, sectores de alta generación de empleo juvenil. Ante este panorama, ¿cómo se explica que el gobierno Petro castigue el empleo, el emprendimiento y la innovación en el país?

Por más absurdo que parezca, esta reforma desincentiva la inversión en ciencia, tecnología e innovación, eliminando el descuento tributario que impulsa esta industria. Este incentivo que alcanzaba 25%, es fundamental, por ejemplo, para la transición energética o la industria de contenido digital.

Con el impuesto al patrimonio y la manera de valorar los activos, se les grava a los emprendedores un patrimonio que no tienen. Se especula con el valor de las acciones y se crea otra doble tributación.

Esta semana impulsé la Audiencia Pública “Emprendimiento, Empleo e Innovación con la Tributaria,” en donde varios emprendedores aseguraron que la eliminación del descuento del ICA, la reducción de las exenciones tributarias como a las industrias creativas (economía naranja) o las de inversiones para aumentar la productividad del agro harán mucho más difícil emprender o mantener las empresas ya existentes.

Así mismo, se aumenta la carga fiscal de empresas con márgenes bajos que hasta ahora están iniciando su etapa productiva. Según Corficolombiana, esta tributaria aumenta por encima del 100% de la renta líquida para las empresas con márgenes menores de 2%.

Como si no fuera suficiente, este es el “mico mayor,” pretenden imponer un impuesto mínimo de 15% a las empresas, lo que terminará generando una cascada de tributación y condenará a las ‘startups’ a pagar impuestos sobre ingresos no percibidos, en donde incluso en periodos improductivos tienen que tributar.

Finalmente, alrededor del 35% del empleo juvenil está compuesto por trabajadores independientes, por lo que es absurdo que la tributaria elimine la posibilidad a los profesionales independientes de acudir al Régimen Simple, cerrando una puerta para la formalización. Por ejemplo, un desarrollador de software contable no podría acceder a este régimen.

Este es un mensaje para los jóvenes colombianos: Petro les está robando el futuro. Ya hoy es titánico el esfuerzo que un joven debe hacer para emprender o emplearse. Con esta reforma no habrá oportunidad alguna para desarrollar nuevos negocios ni generar innovación.