Analistas 15/09/2020

Tim ‘Apple’, o la reinvención de una empresa

Narciso De la Hoz G.
Director editorial Revista Gerente

Cuando Steve Jobs se encontraba en su lecho de muerte, llamó a quien había elegido como sucesor, Tim Cook, y le dijo que, en ausencia suya, hiciera siempre lo que considerara correcto, no lo que habría hecho él. “Sabía que lo que tenía que hacer era no imitarlo”, explica Cook. “Habría fallado, como lo han hecho algunas personas que han tomado el mando de alguien más grande. Cada cual necesita trazar su propio rumbo, dar la mejor versión de sí mismo”.

Jobs, que rechazó la planificación de la sucesión, eligió a Cook en 2011 porque, como jefe de operaciones, dirigía una división desprovista de drama y enfocada en la colaboración, explica un extenso reportaje que el Wall Street Journal publicó sobre ‘Tim Apple’, como lo llamó Donald Trump.

Aunque su ascenso sorprendió a algunos como el biógrafo de Jobs, Walter Isaacson, por no ser “hombre de producto”, bajo el liderazgo de Cook, Apple acaba de convertirse en la compañía más valiosa del mundo con una capitalización de mercado de casi US$2 billones.

Artífice del lanzamiento del Apple Watch, los AirPods, un servicio de televisión por ‘streaming’ y del fortalecimiento de la unidad de servicios, de la cual la tienda de aplicaciones (AppStore) es la ‘joya de la corona’, con más de 1.000 millones de clientes en 175 países y US$39.000 millones de ingresos globales en los primeros siete meses del año, este ingeniero de 59 años ha logrado imprimirle su sello a una compañía que perdió a un líder supuestamente irremplazable.

“Desde que comenzó a liderar Apple, en agosto de 2011, los ingresos y la utilidad se han más que duplicado. Excluyendo la deuda, tiene US$81.000 millones en caja y ha devuelto a los accionistas US$475.000 millones vía dividendos”, explica el diario.

A pesar de esos éxitos, Apple tiene varios frentes abiertos, como un creciente escrutinio de las autoridades antimonopolio en Estados Unidos y Europa, la excesiva dependencia del mercado chino (tanto para la manufactura, como desde el punto de vista de los ingresos, con 25% del total) y una reciente batalla con desarrolladores como Epic (creadora del popular juego Fornite), e incluso Microsoft y Spotify, por las draconianas condiciones que impone en la AppStore: restricciones al uso de métodos de pago alternativos y a los servicios de videojuegos en ‘streaming’.

Y aunque con frecuencia se dice que Apple se ha vuelto muy conservadora para innovar por su dependencia del iPhone, que genera más de la mitad de sus ingresos (US$ 260.000 millones, en 2019), Jessica Lessin, quien siguió a la compañía como reportera del WSJ durante 8 años y ahora dirige The Information, recientemente señaló que ha sido un error esperar el lanzamiento de un nuevo producto secreto (un televisor, un carro o cualquier otro gadget) que se convierta en la próxima ‘vaca lechera’. “¿Qué hay si el ‘core business’ de Apple -el iPhone- tiene mucho más poder de fuego del que pensábamos?”.

“Una vez que ellos ingresan a una categoría con una solución elegante, pueden comenzar a trazar el rumbo y ser dueños de ese espacio. No es necesario batir récords de velocidad”, dijo un ex Apple al WSJ. Después de todo, la innovación suele ser incremental, no tiene que ser siempre disruptiva, ni hay que reinventar la rueda permanentemente.

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