La tecnología 5G garantiza una mayor velocidad de navegación, menor latencia y consumo de electricidad y permitirá el surgimiento de nuevos modelos de negocios en otras industrias y potenciará las ciudades inteligentes.
Un despliegue exitoso de 5G depende de que el Ministerio fije las condiciones adecuadas en la subasta del espectro. Es necesario que se entregue suficiente espectro, a un precio que se corresponda con la capacidad de pago del operador de menor escala, y así mismo incluir medidas para contrarrestar las fallas competitivas derivadas de la dominancia en el mercado de servicios móviles.
La Comisión de Regulación de Comunicaciones - CRC determinó en 2021, declaró la dominancia en paquetes de voz y de internet móvil (“Servicios Móviles”) y acaba de publicar un informe (agosto 2023) en el que concluye que “que el liderazgo de Claro en el mercado “Servicios Móviles” y en el servicio de internet móvil ha sido estable en los últimos seis años, dado que mantiene participaciones de mercado superiores a 52% en términos de accesos (usuarios) y a 60% en términos de ingresos.”
Dada esta situación es preocupante la falta de medidas asimétricas correctivas pues, de acuerdo con la experiencia internacional, en ausencia de ellas, los operadores dominantes generan un círculo vicioso de dominancia en la que el mercado ya no puede corregirse por sí sólo, sino que se requiere forzosamente la intervención regulatoria con medidas ex ante.
El más reciente es el Estudio de la Ocde sobre Desarrollo rural en Colombia (2022), que recomendó tener en cuenta simultáneamente las consideraciones de cobertura y competencia al diseñar la próxima subasta de 3,5 GHz y asegurar que el alcance de las obligaciones de cobertura no sea un impedimento para que determinados actores pujen en la subasta; y tener en cuenta consideraciones de competencia, dado el dominio de Claro en el mercado de servicios de comunicaciones móviles.
Ante este panorama, para la subasta de 5G el Gobierno Nacional en este proceso debe establecerle un precio diferencial frente al resto de los solicitantes fijando un valor sobre porcentaje de ingresos para pagar el costo del espectro. Esto hará que las obligaciones sean asimétricas y proporcionales de acuerdo al operador dominante, considerando su mayor volumen y sus economías de escala: el precio efectivo por MHz a pagar debe estar relacionado proporcionalmente con los ingresos totales, de forma que los operadores con menor escala paguen menos que el monto que asuma el operador dominante, resultando equitativo en los modelos de negocio el precio efectivo que paguen unos y otros.
Recientemente el regulador mexicano IFT, emitió una recomendación en la que propone reducir los precios del espectro, en función de los ingresos de cada operador, toda vez que para los operadores de menor tamaño a diferencia el agente económico preponderante (América Móvil accionista de Claro), los precios del espectro han creado una desventaja en costos sustancial, que ha afectado los incentivos de los competidores del preponderante para adquirir y mantener espectro, así como su capacidad para competir.