Analistas 26/05/2022

Un liderazgo desde cualidades femeninas

Natalia Zuleta
Escritora y speaker

Más allá de una discusión de géneros o una mirada feminista de la realidad, este escrito viene a mi inspirado por un aprendizaje propio en el camino del liderazgo y la espiritualidad. El equilibrio natural en su sabiduría nos muestra la justa medida de todo para la coexistencia. Sin embargo, el mundo actual viene operando históricamente bajo el principio de desequilibrio y desigualdad. Algo que vemos reflejado en la dimensión social, económica y ambiental del planeta. Hemos caminado hacia un momento histórico que plantea enormes desafíos que sólo podrán ser resueltos desde una perspectiva profundamente humana que nos está llevando a replantear nuestras prioridades y valores de una manera determinante. Debemos regresar a nuestra esencia para encontrarnos y comprender que allí están las grandes preguntas que enmarcarán el futuro, pero al mismo tiempo las respuestas que nos darán un piso para transitar con firmeza por la incertidumbre.

En este momento reflexiono sobre un liderazgo desde las cualidades femeninas que pueda ayudarnos como humanidad a superar desafíos cotidianos y futuros bajo una mirada que converja y unifique. Aquí no busco una visión feminista o machista, ni una puja entre niveles de testosterona y progesterona, al contrario, hablo de la validación de opuestos o diferencias complementarias que son muy poderosas. De esa visión inspirada en el concepto del taoísmo del yin y yang como dos energías fundamentales y complementarias que, como cielo y tierra, actividad y pasividad, luz y oscuridad crean un todo armonioso. Veo la necesidad de líderes masculinos que puedan reconocer y trabajar conscientemente sus cualidades femeninas y al mismo tiempo de líderes mujeres que puedan complementarse con atributos masculinos.

¿Cuáles son esas cualidades femeninas que pueden aportar a un liderazgo sostenible? Un liderazgo que pueda permanentemente evolucionar en la construcción de una mejor versión de seres humanos y por ende de una mejor sociedad. Podemos reconocer características de las mujeres que emanan de atributos propios del género, aprendizajes culturales y roles sociales. La pregunta que cabe es ¿qué pasaría si a las habilidades establecidas desde la administración para ser un buen líder se sumaran algunas cualidades de lo femenino que enriquecieran un proceso de transformación?

Estas son algunas de ellas:
-La sensibilidad y la apertura para conectar desde un lugar diferente a la razón con las personas a nuestro alrededor.
-La empatía y el amor para establecer relaciones más compasivas y comprensivas de la realidad de cada persona y organización.
-El balance y la ecuanimidad para buscar siempre el bienestar y la justicia en todos los procesos y escenarios sociales y organizacionales
-La conexión y el instinto para enriquecer la toma de decisiones.
-La valentía y la vulnerabilidad para liderar desde la autenticidad y transparencia.
-La energía creadora para potencializar el nacimiento de nuevas ideas y su evolución a realidades tangibles.
-La incondicionalidad para acompañar estrategias a lo largo del tiempo.

El futuro nos demanda no sólo preparación en los aspectos técnicos y profesionales del trabajo, estos son fácilmente alcanzables en la era de la información. La diferencia estará en el trabajo interior que complemente los conocimientos disciplinarios, en la entereza y fortaleza para afrontar la complejidad de un mundo cambiante y veloz. Mi invitación es a revisarnos como líderes y con sabiduría hacer un alto en el camino para fortalecernos y afrontar con certeza todos aquellos desafíos tenemos ante nosotros. Uno de los mayores en estos tiempos convulsionados: construir escenarios y proyectos que no sólo nos traigan prosperidad económica sino riqueza intelectual y espiritual para apoyar la evolución y el fortalecimiento de hombres y mujeres que cada vez más encuentran dificultad en conectar con su propósito personal. Si las personas desarrollan su mejor versión las organizaciones también y entonces el crecimiento sostenible se dará por añadidura.

TEMAS


Inclusión - Igualdad de género - Feminismo