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Con o sin lluvia, cuidemos nuestros drenajes

Natasha Avendaño

Después de más de 40 días sin una sola gota de lluvia en la sabana, a quienes habitamos Bogotá se nos dibujó una esperanzadora sonrisa al ver que las lluvias y el típico frío capitalino volvían a llenar nuestros días. Sin embargo, aunque en Bogotá llueve, el sistema Chingaza todavía no se ha visto tan beneficiado con los recientes aguaceros. Durante la última semana la ciudad ha recibido aproximadamente 52,9 milímetros de lluvias, mientras que en el páramo las precipitaciones solo han reportado 25,4.

Estas recientes lluvias en Bogotá refrescan los cerros, alimentan árboles, prados y jardines y han sido aprovechadas por cientos de familias y empresas que recolectan el agua lluvia para actividades que no requieren agua potable.

Sin embargo, estas precipitaciones también se convierten en un gran reto para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, pues en cada aguacero sale a relucir el comportamiento de la ciudadanía frente a la adecuada disposición de residuos.

Por eso, para evitar este tipo de emergencias, en la Empresa contamos con cuatro acciones puntuales que no solo se limitan a las épocas de invierno:

La primera es la construcción de nuevas redes de alcantarillado para ampliar la capacidad de drenaje, así como las obras de separación de los alcantarillados combinados: sanitario y pluvial. En los últimos cuatro años se han invertido $1,3 billones en la construcción de 212 kilómetros de redes locales de alcantarillado pluvial y sanitario y en la renovación de 1.426 sumideros.

La segunda acción tiene que ver con el mantenimiento preventivo del sistema de drenaje de la ciudad, durante este año hemos invertido más de $17.000 millones en la limpieza de sumideros, pozos, tuberías y canales y se han retirado cerca de 73.690 toneladas de basuras y desechos.

En tercer lugar, para fortalecer la capacidad operativa, contamos con un equipo de más de 400 personas que están alerta para apoyar las contingencias durante el periodo de lluvias y que, durante todo el año, atienden el mantenimiento preventivo y correctivo, apoyados con equipos de succión presión que se renuevan periódicamente para optimizar el servicio. Adicionalmente, suscribimos un contrato con Aguas de Bogotá para ejecutar actividades de extracción manual y mecánica de residuos sólidos en quebradas, ríos, canales, humedales y sumideros.

Y la cuarta acción hace referencia a las campañas pedagógicas sobre el cuidado de nuestro sistema de alcantarillado, que mantenemos activas de la mano con la ciudadanía, como la de “El sumidero no es Basurero”, que nos invita a disponer los residuos adecuadamente y no arrojarlos a la calle; o la de “Cada uno por su lado, como el Agua y el Aceite” que motiva a los dueños de restaurantes, procesadores de alimentos y ciudadanía a depositar de manera adecuada el aceite usado de cocina y así evitar la formación de bolas de grasa que restan capacidad a las tuberías; o “Que el amor no contamine”, campaña que busca que las y los bogotanos boten en la caneca los condones usados y nunca en el sanitario, para así evitar taponamientos.

Estas acciones, que evitan emergencias en invierno, son insuficientes si no cuidamos nuestro alcantarillado, por eso hoy mi invitación es a cambiar hábitos como aprovechar el agua lluvia para usos que no requieren agua potable y disponer adecuadamente el papelito, la envoltura, el palito, la colilla de cigarrillo, el aceite usado o el condón.

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Empresa de Acueducto de Bogotá - Lluvias - Chingaza