Desafío Aquatitanes

Más de 4.000 personas conformamos la fuerza laboral de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Eaab, sin embargo, su naturaleza técnica ha llevado a que hoy tengamos 2.028 trabajadores operativos (1.811 hombres y 217 mujeres), representantes de los trabajadores que, desde hace 137 años, han mantenido en pie a nuestra Empresa, día a día, ya sea en el páramo, en las plantas, en las calles, en los canales o entre kilómetros de tuberías bajo la tierra para garantizar que más de 10 millones de ciudadanos tomen agua de la mejor calidad y disfruten de un óptimo sistema de alcantarillado.

Mantener vivas las venas de nuestra ciudad hace que su labor sea invaluable y, justamente por eso, desde 2019, hemos venido conmemorando el Día del Trabajador Operativo con actividades lúdicas y culturales. Sin embargo, este año quisimos hacer algo diferente y creamos la Semana del Trabajador Operativo con una competencia que les permite poner a prueba su excelencia técnica y a la que merecidamente bautizamos como “Desafío Aquatitanes”.

Una competencia en la que se enfrentan 25 equipos conformados por trabajadores operativos de acueducto, alcantarillado, operación comercial, guardabosques, electromecánica, operación y mantenimiento, servicios técnicos, analítica de pérdidas, información técnica y geográfica y de las plantas Tibitoc, Wiesner y El Dorado, en pruebas técnicas, de formación y aprendizaje, de intercambio de conocimientos, de construcción colectiva y de integración entre cuadrillas y áreas.
Retos que diseñamos para ellos y dan fe de que el conocimiento técnico no solo está en las oficinas, pues el suyo es el conocimiento vivo, el que se aprende trabajando con las botas puestas, el que se transmite entre compañeros, el que se alimenta cada día con la experiencia.

Además, cada competencia se convierte en la mejor oportunidad para que todos los colaboradores de la Empresa valoren y aplaudan su labor al ver cómo nuestros operarios hacen su trabajo. Porque, cómo no reconocer su entrega cuando muchas veces, de madrugada, de noche, bajo el sol o lloviendo a cántaros, salen a terreno a operar válvulas, a inspeccionar redes, a recuperar canales, a atender emergencias, a garantizar la potabilidad del agua, a responder solicitudes de la ciudadanía o resolver problemas en tiempo real.

Y siempre cumplen, porque si algo distingue a nuestras cuadrillas operativas es su destreza y experticia en superar obstáculos como las condiciones climáticas adversas, la movilidad compleja, las emergencias inesperadas, las limitaciones técnicas o la presión de la ciudadanía. Y a fe que lo hacen bien, con disciplina, compromiso, valentía, ética y honestidad, porque saben que con su trabajo enaltecen el nombre de nuestra gran Empresa.

Con total certeza les digo que detrás de cada uniforme, más allá de un trabajador hay un ser humano que se nutre del amor de su familia, de sus sueños y de sus proyectos de vida para trabajar con ímpetu en cada turno, en cada jornada extendida o en cada fin de semana de emergencia, porque saben que es así como le mejoran la calidad de vida a millones de personas y, para mí, eso es lo que significa vocación de servicio.

Nuestra intención es que esta iniciativa perdure en el tiempo y que, año tras año, sume más trabajadores a esta conmemoración que reconoce el trabajo de quienes convierten los planes en acciones, de quienes conectan nuestra operación con el diario vivir de la ciudad, de quienes sostienen la salud y el bienestar de los hogares, el funcionamiento de los comercios, la operación de los hospitales y, en general, la vida de todos los capitalinos.