Analistas

Llegó la hora de cambiar nuestra relación con el agua

Natasha Avendaño

El llenado de los embalses del sistema Chingaza depende de dos factores fundamentales: de las lluvias que caen en las cuencas de los ríos que los alimentan y del uso responsable que damos al agua que llega a nuestras casas.

En cuanto a lo primero, debemos decir que las afluencias en Chingaza han estado alrededor de 60 % con respecto al flujo histórico de lluvias para esta época del año, en la que esperábamos que durante junio, julio y agosto se incrementaran, sin embargo, las precipitaciones no han sido las esperadas, lo que ha ocasionado que el nivel de los embalses no suba al ritmo que debería tener en esta temporada. De hecho, hemos tenido más de 10 días seguidos con lluvias cercanas a cero en la cuenca que alimenta Chuza, principal embalse del sistema Chingaza.

En cuanto al segundo punto, durante los últimos dos ciclos con restricción día de por medio en el servicio, el consumo promedio de la ciudad ha estado por encima de los 16,5 metros cúbicos por segundo, pero en los días en los cuales no hay racionamiento, el consumo ha superado, cada vez con mayor frecuencia, los 17 m3/segundo, es decir, un metro cúbico por segundo más que cuando teníamos restricción todos los días.

Por estas razones, los niveles de los embalses vienen bajando desde hace dos semanas y no se ha podido superar 50% de llenado, alejándonos de la meta de 70% al que debemos llegar en octubre para garantizar el suministro de agua para 2025.

Es de resaltar que de los 100,08 millones de m3 que se han acumulado en el sistema Chingaza desde el inicio de las restricciones, 18,5 millones de m3 se deben a la disminución del consumo, lo cual quiere decir que las medidas de restricción y la disminución voluntaria del consumo nos han representado 18,5% del mayor nivel del sistema Chingaza, pero no es suficiente, menos en este momento que la hidrología no mejora.

No es momento de bajar la guardia y debemos continuar con el propósito de cambiar nuestra relación con el agua, por esto desde la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá los invitamos a ducharse máximo en tres minutos y recolectar en un balde el agua fría de la ducha mientras esta se calienta; usar un vaso para el cepillado de dientes y cerrar la llave cuando se afeita, se enjabona o se aplica el champú; usar la lavadora con la carga completa y evitar el lavado de carros, fachadas y ventanas; revisar que los empaques de las llaves, duchas y tuberías no presenten escapes; no usar el tanque de reserva el día del turno de racionamiento; y aprovechar las pocas lluvias para recolectar agua y usarla en las labores de limpieza del hogar, descarga de sanitarios o riego de plantas.

El cambio climático es una realidad y nos obliga a que habilitemos todo nuestro poder de adaptación, por esto cada pequeña acción que llevemos a cabo para cuidar el agua, lo agradeceremos todos en un futuro próximo.

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Análisis - Empresa de Acueducto de Bogotá - Agua