Lo que no nos cuesta…
sábado, 16 de noviembre de 2024
Natasha Avendaño
Destaco y agradezco el esfuerzo que miles de personas y entidades venimos haciendo para superar la temporada de escasez de agua que atravesamos desde comienzos de este año en Bogotá. El ahorro voluntario, el cambio de hábitos de consumo, la conciencia ciudadana y la medida de restricción del servicio han dado buenos resultados; tan es así que, desde que se implementó el racionamiento en abril, se han ahorrado más de 27 millones de metros cúbicos de agua, cantidad equivalente al contenido de 10.782 piscinas olímpicas.
A estas acciones se debe sumar la implementación de la Resolución de Desincentivo de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico -CRA-, la cual se aplica hoy a los usuarios que consumieron más de 22 metros cúbicos en el mes. Según el último reporte de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá -Eaab-, esta medida se ha aplicado a más de 65.000 facturas, logrando recaudar $4.254 millones, dinero que va directo al Fondo Nacional Ambiental -Fonam-, administrado por el Ministerio de Ambiente.
El 81% de usuarios a quienes se les aplicó la medida de desincentivo corresponde a los estratos uno y dos; datos equiparables a los arrojados por el más reciente estudio de la Eaab, en el que se evidencia que estos estratos, con 5,8% y 7,8%, son los que menos ahorro de agua han presentado, mientras que, con 8,7% y 10%, los estratos cinco y seis son los que más ahorran agua. Estos datos se obtuvieron de un comparativo hecho entre el último periodo facturado antes del racionamiento y el periodo facturado hasta el 28 de octubre de 2024.
Igualmente, el estrato uno, en promedio consumió 10,13 m3 al mes, mientras el estrato dos 9,49 m3, cifras comparadas con los estratos cinco y seis, que consumieron en promedio 8,33 y 9,54 m3 al mes.
Es clave recordar que, sobre el consumo básico, las facturas de los estratos uno, dos y tres reciben subsidios de 70%, 40% y 15% respectivamente, mientras que los estratos cinco y seis, así como comercio e industria, asumen ese beneficio aportando 55%, 65%, 50% y 38% sobre el consumo de acueducto y 51%, 61%, 50% y 43% sobre el consumo de alcantarillado. Además, desde 2012 los estratos uno y dos son receptores del “mínimo vital”, un beneficio que consiste en la entrega gratuita de 6 metros cúbicos mensuales de agua.
Todo parece indicar que estos beneficios otorgados a los estratos uno y dos los alejan de la imperante necesidad de ahorrar agua: como en la factura no ven reflejado en pesos lo que gastan, no se genera una conciencia real sobre el consumo responsable. Como dice el adagio popular: lo que no nos cuesta, volvámoslo fiesta.
Con este corto análisis que planteo resulta irónico que la CRA haya publicado, para comentarios, un proyecto de resolución que propone que el consumo máximo de agua sea de 12 metros cúbicos por mes para estratos del uno al cuatro, y de hasta 10 metros cúbicos por mes para los estratos cinco y seis. Garrote para todos, ¿pero más para los ahorradores y menos para los derrochones?
Desde el Acueducto de Bogotá acataremos lo que establezca la regulación, sin embargo, reafirmo mi llamado a la conciencia de las personas y, en especial, de las entidades que trabajan por el cuidado de los recursos naturales, para que sigamos trabajando en la tarea de cambiar nuestra relación con el agua y a que las decisiones que se tomen estén basadas en datos y no en creencias o ideología.