Paciencia, el racionamiento no será eterno
miércoles, 8 de enero de 2025
Natasha Avendaño
Empezamos 2025 retornando nuevamente al racionamiento de agua diario, el cual habíamos suspendido durante las festividades de final y principio de año debido a la salida masiva de ciudadanos, y aunque este año nos recibe con mejores niveles de llenado de los embalses del Sistema Chingaza en comparación con el año anterior, es nuestra responsabilidad, como Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá -Eaab-, y para garantizar que el agua nos alcance para los próximos meses, continuar con el esquema de restricción.
No es fácil seguir con el racionamiento, lo ideal sería no tenerlo. Sin embargo, debemos recordar que los caudales medios de afluencias para el embalse de Chuza en el año 2024 llegaron a 8,77 metros cúbicos por segundo (m3/seg), una cifra muy inferior a los 10,19m3/seg del año 2023. Estos caudales generaron en 2024 un volumen de agua de 277,75 millones de m3, frente a los 323,38 millones de m3 generados por las afluencias en 2023. Esto fueron 45,63 millones de m3 menos de agua efectiva para suministrar a la población.
Estas cifras cobran relevancia en el sentido que, si no hubiésemos adoptado la medida de restricción del servicio y sin el compromiso en el cambio de hábitos de consumo del agua por parte de millones de habitantes de Bogotá, hoy estaríamos mucho peor que el año pasado.
Esto no quiere decir que el racionamiento vaya a ser eterno, de ninguna manera. Somos conscientes de que esta medida trae inconvenientes en la vida diaria de los capitalinos, genera estrés sobre las redes de acueducto, especialmente en las más antiguas, y conlleva a que nuestros equipos operativos deban dedicar más tiempo a sus labores cotidianas, tanto en la apertura y cierre de válvulas, como en la atención a las emergencias por roturas de tuberías.
Para que la Eaab pueda terminar esta medida son necesarias dos condiciones: que llueva en el sistema Chingaza y de esta manera puedan recuperarse los niveles de los embalses, y que podamos tener al 100% la optimización y modernización de la planta de Tibitoc, que purifica el agua del río Bogotá (Agregado Norte). Lo primero no depende de nosotros, y según los históricos de hidrología, los meses de diciembre a marzo son particularmente secos en Chingaza. Pero lo segundo sí y vamos bien.
En enero de 2024 la planta de Tibitoc tenía una capacidad de tratamiento de 5 m3/seg, hoy su capacidad es de 8,6 m3/seg. Pero durante el periodo de restricción, desde el 11 de abril de 2024 en adelante, el promedio del año cerró en cerca de 8,8 m3/s en Wiesner (que trata el agua de Chuza y San Rafael) y en cerca de 7,3 m3/seg en Tibitoc. Esto es una reducción de 28% de Chingaza y un aumento de 59% del río Bogotá.
Para el momento en que tengamos Tibitoc en toda su capacidad, que será durante el segundo trimestre del año, lograremos bajarle la presión a Wiesner y alcanzar un suministro de agua de 47% por el Agregado Norte y de 50% por el sistema Chingaza, y que dependiendo de la regularización de año hidrológico en Chingaza, podremos eliminar el racionamiento, medida que fue necesario tomar para evitar el desabastecimiento y que se hubiera podido postergar si la anterior administración de la ciudad hubiese, al menos, implementado campañas de ahorro cuando los embalses llegaron a niveles críticos, tal como los recibimos en enero del año pasado.
Espero, como gerente de la Eaab y como hija adoptiva de Bogotá, seguir contando con su compromiso en el cuidado del agua y con su paciencia en el retorno del racionamiento. De corazón seguiremos trabajando para que la ciudad retorne a su normalidad en la prestación del servicio con la misma calidad y diligencia que nos ha caracterizado. Feliz 2025.